Putin pone en alerta a las fuerzas de disuasión nuclear y pone en peligro las negociaciones sobre un alto el fuego
Se eleva la tensión en la guerra en Ucrania y que evidencia el conflicto iniciado por la ofensiva rusa en el país bajo el primer argumento de la intención de Ucrania de entrar en la OTAN, un proceso de adhesión que se alarga desde 2008, y ante su firme voluntad de "proteger al pueblo que sufre la intimidación y el genocidio del régimen de Kiev". Unas justificaciones que no hacen sino obedecer a un papel de desinformación impulsado por Moscú para para apoyar la narrativa de Putin y justificar su entrada en la guerra, pero que no cuenta con el apoyo de una gran parte de su población, acogotada y sin posibilidad de protestar.
Las informaciones se suceden con una celeridad pasmosa y son tan contradictorias como peligrosas. Así, del anuncio de una negociación para tratar de acordar un cese de hostilidades, Putin ha dado un paso más allá en el conflicto tras poner las fuerzas de nucleares rusas en "régimen especial de servicio" tras "declaraciones agresivas" de los principales países de la OTAN, según confirma la agencia REUTERS.
Hay disposición al diálogo por ambas partes, si bien los mayores desencuentros han llegado a la hora de establecer un lugar para las negociaciones. La apuesta de Moscú pasaba por Gómel, una ciudad al sureste de Bielorrusia, si bien el presidente Volodímir Zelenski lo descartaba en un principio atendiendo al hecho de que el país está sirviendo de base de retaguardia para la ofensiva rusa. Finalmente, Ucrania ha confirmado que enviará a una delegación para negociar con Rusia en la frontera ucranio-bielorrusa, junto al río Pripiat.
A ninguna de las partes les interesa un conflicto largo, pese a que Ucrania trata de frenar el avance de las tropas rusas y con las sanciones por parte de EEUU y Bruselas a Rusia y a título personal a las figuras de Putin y su primer ministro, Mijaíl Mishusti.
Si bien lo más preocupante llega en formato de última hora con un nuevo comunicado por parte del presidente de Rusia, que sigue pisando al máximo el acelerador de la tensión y la ofensiva en un intento por lograr un cambio en el Ejecutivo ucraniano. Putin ha señalado que "los más altos cargos de los principales países de la OTAN se permiten declaraciones agresivas en contra de nuestro país, por eso ordeno al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor poner las fuerzas de contención del Ejército ruso en régimen especial de servicio". Toda una declaración de intenciones en un momento en el que las tropas rusas continúan avanzando en todos sus frentes tras entrar en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania.