La vacuna de Pfizer presenta algunas contraindicaciones en anticoagulados e inmunodeprimidos
Los resultados de los ensayos clínicos de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer y BioNTech, publicados por Canadá, muestran que hay que tener precaución para administrarla en aquellas personas que reciben terapia anticoagulante o en las que tienen un trastorno hemorrágico que contraindique la inyección intramuscular, y señalan que no se debe administrar la vacuna a menos que el beneficio supere el riesgo potencial.
Asimismo, estos datos avisan de posibles contraindicaciones en las personas inmunocomprometidas, incluyendo individuos que reciben terapia inmunosupresora, ya que "pueden tener una respuesta inmunológica disminuida a la vacuna".
Si bien, como en todas las vacunas inyectables puede haber casos de algún evento anafiláctico después de la administración. En este informe hay un apartado sobre las mujeres embarazadas, la lactancia materna y los niños menores de dieciséis años, aunque se dice que la seguridad y eficacia de la vacuna no se ha establecido.
En estos se encuentran los resultados de los efectos adversos que ha provocado la vacuna contra el coronavirus en las personas que han participado en estos estudios. Estos han sido divididos en dos grupos de edad: de 18 a 55 años, y mayores de 56 años.
Este documento muestra los porcentajes de participantes que sufrieron estos efectos en las dos aplicaciones de la vacuna y en los que también recibieron el placebo. Estas consecuencias se aprecian tanto en la primera dosis como en la segunda dosis de vacunación, pero en esta última están en un porcentaje mayor.
El 74,2 por ciento tuvo algún efecto tras la vacunación
En el grupo de 18 a 55 años hubo reacciones locales a la inyección como enrojecimiento (5,9 por ciento de los casos), hinchazón (6,3 por ciento) y dolor (77,8 por ciento). En cuanto a los síntomas que tuvieron se encuentran la fiebre (un 15,8 por ciento tuvo menos o igual a 38 grados, y un 1,2 por ciento más de 38.9); fatiga en un 59,4 por ciento de los casos, dolor de cabeza en un 51,7 por ciento; resfriado en un 35,1 por ciento; vómitos en un 1,9 por ciento; diarrea en un 10,4 por ciento; dolor muscular en un 37,3 por ciento y dolor en las articulaciones en un 21,9 por ciento.
El dolor muscular o en las articulaciones se recoge como de nueva aparición o por empeoramiento en el caso de los que ya lo sufrían. En este grupo de edad el 45 por ciento necesitó medicación para tratar estos efectos adversos y el 74,2 por ciento informó que padeció alguno de estos.