Tres especies invasoras amenazan los ríos de España
La presencia de especies invasoras en los ríos españoles se ha convertido en un problema ambiental creciente, impactando de manera significativa los ecosistemas acuáticos. Según el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, tres especies destacan por su rápida expansión y sus efectos adversos en la biodiversidad local: el ‘black bass’, el cangrejo rojo americano y la almeja asiática.
Estos animales, que no son nativos de España, fueron introducidos en el país en diferentes épocas y con distintos propósitos, pero todos comparten una característica en común: su capacidad para adaptarse y reproducirse en nuevos entornos, a menudo en detrimento de las especies autóctonas.
El ‘black bass’, conocido también como perca americana o lubina negra, es originario de Norteamérica y fue introducido en España en el siglo XX. Aunque inicialmente se pensó como una especie interesante para la pesca deportiva, su presencia en los ecosistemas ha resultado perjudicial. Considerada especie invasora desde 2013, la perca americana puede causar una gran presión sobre las poblaciones de peces locales, hasta el punto de generar extinciones en zonas específicas.
Introducido en 1974 en las marismas del Guadalquivir, el cangrejo rojo americano proviene de México y partes de Estados Unidos. Su introducción se realizó con fines comerciales, pero el cangrejo se ha propagado por casi toda la península, con excepción de las áreas de mayor altitud. Además de ser un competidor voraz, el cangrejo americano es portador de la afanomicosis, una enfermedad mortal para el cangrejo de río autóctono, lo que agrava su impacto en la biodiversidad fluvial.
La almeja asiática llegó a España en barcos de carga y más tarde fue introducida intencionalmente como cebo de pesca y para su consumo. Este molusco originario de Asia compite con otras especies por espacio y alimento, alterando la cadena trófica. Además, sus colonias pueden obstruir instalaciones de agua, plantas de energía y otros conductos, generando problemas en la infraestructura hidráulica y aumentando los costos de mantenimiento.
Este fenómeno es un reflejo de un problema global: las especies invasoras son la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La expansión de estos animales pone en riesgo los ríos y el equilibrio natural de la fauna acuática, un desafío que requiere medidas de control y una gestión eficaz para minimizar su impacto.