La economía de la Unión Europea crece a paso lento con España, Polonia y Rumanía marcando el ritmo
Los datos, difundidos por Eurostat, muestran una radiografía del estado actual de la economía comunitaria, donde algunos motores nacionales marcan el ritmo mientras otros registran signos de ralentización o estancamiento.
Panorama general del crecimiento en la UE y en la eurozona
Entre abril y junio, la zona euro apenas creció un 0,1%, mucho menos que el 0,6% registrado en los primeros meses del año. El conjunto de la UE fue algo mejor, llegando al 0,2%.
Este freno en el crecimiento respecto al arranque del año refleja una desaceleración que preocupa por sus implicaciones en el empleo, la inversión y el dinamismo económico general. Pese a ello, el crecimiento interanual sigue siendo positivo; si lo comparamos con el mismo período de 2024, la eurozona acumula un 1,4% y la UE un 1,5%.
Rumanía, Polonia y España son los protagonistas
Entre los Estados miembros, Rumanía lideró el crecimiento trimestral con un impresionante 1,2%, seguida por Polonia con un 0,8%. España, junto a Bulgaria y Eslovenia, registró un avance del 0,7%.
Lo que realmente llama la atención de todo esto es el contraste, ya que mientras algunos miembros del Este, junto con España, avanzan con decisión, las grandes potencias de siempre se muestran mucho más débiles.
Factores que explican el liderazgo español
El caso español merece mención aparte. Ese 0,7% de crecimiento lo coloca por encima de Alemania e Italia, que incluso cayeron un 0,1%. ¿Qué explica el buen ritmo español? Los motores principales incluyen una demanda interna fuerte y un comportamiento favorable de la inversión, así como la incuestionable aportación del sector exterior.
A ello se suman nuevas dinámicas en sectores emergentes, desde la digitalización hasta el ocio en línea. El auge de plataformas de entretenimiento, entre ellas las relacionadas con el casino online España, están contribuyendo a un ecosistema más variado y con más actividad en la economía.
El contraste con las grandes economías europeas
Mientras tanto, Alemania e Italia han dado un paso atrás con caídas del 0,1%. Estas dos economías, históricamente potentes, atraviesan un momento delicado en el que el consumo no despega y la industria tampoco termina de recuperar el pulso. Esto afecta al conjunto europeo, restando empuje a un mayor crecimiento y reflejando desequilibrios estructurales.
Crecimiento interanual y empleo
En términos interanuales, los datos son más alentadores. La eurozona suma un 1,4% y la UE un 1,5%.
El empleo también aporta un punto de optimismo. Entre abril y junio se crearon puestos de trabajo, con un aumento del 0,1% en la eurozona y en la UE. A nivel anual, la subida llega al 0,7%. Más empleo significa más consumo y, en consecuencia, más estabilidad para mantener el crecimiento.
La producción industrial sigue siendo el punto débil
Frente a los datos alentadores de PIB y empleo, la producción industrial presenta luces y sombras. En junio, la producción industrial de la zona euro cayó un 1,3% respecto a mayo, aunque comparada con el año pasado muestra un leve avance del 0,2%. En la UE el retroceso mensual fue del 1%, pero en el balance interanual sube un 0,5%. Son cifras que muestran un sector todavía afectado, especialmente en la parte manufacturera, lo que genera dudas sobre su capacidad de arrastre para el resto de la economía.
Perspectiva para los próximos años
Las previsiones de crecimiento apuntan a un escenario de estabilidad, sin grandes saltos pero tampoco sin sobresaltos. El Banco Central Europeo calcula un 0,9% de crecimiento anual en 2025, un 1,1% en 2026 y un 1,3% en 2027. El Fondo Monetario Internacional (FMI) apunta ligeramente al alza estas estimaciones, con un 1% para 2025 y un 1,2% en 2026.
Parece que Europa se encamina hacia una recuperación lenta pero segura, siempre que el contexto internacional acompañe.