Cientos de agricultores se plantan ante el Ministerio de Agricultura: “Sin precios dignos, el cereal español no tiene futuro”
La paciencia del campo español se ha agotado. Cientos de agricultores llegados de distintas comunidades se han concentrado esta mañana frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en Madrid, para exigir soluciones a la grave crisis que atraviesa el sector cerealista. Convocados por las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, los manifestantes han denunciado la falta de rentabilidad que arrastra el cultivo del cereal, con costes disparados, precios por los suelos y una competencia internacional que consideran “desleal”.
La protesta, que ha llenado de pancartas y gritos reivindicativos el Paseo de la Infanta Isabel, ha servido para lanzar un mensaje claro al Gobierno: si no se actúa ya, miles de explotaciones agrarias están abocadas a desaparecer. “Hoy lo que está en juego no es sólo la renta de los agricultores, sino la supervivencia del cereal español”, ha afirmado con contundencia Pedro Barato, presidente nacional de ASAJA.
Las tres principales reclamaciones del sector han sido expuestas con claridad: ayudas directas para paliar el encarecimiento de los fertilizantes, la eliminación de los aranceles que encarecen su importación y un control más estricto de las importaciones de grano de terceros países. Los representantes de ASAJA, COAG y UPA insisten en que se trata de medidas “simples, urgentes y perfectamente aplicables”.
Desde COAG, Javier Fatás ha arremetido contra la “especulación financiera” que condiciona los precios del grano a nivel mundial. “Hoy los precios del trigo se deciden en los despachos de las grandes bolsas internacionales, y no en los campos de Castilla. Un solo click en Chicago puede arruinar la campaña de un agricultor español”, ha denunciado.
Por su parte, Ignacio Huertas, secretario de Agricultura de UPA, ha calificado la situación como “crítica” y ha acusado a mayoristas e intermediarios de empujar a los productores a trabajar a pérdidas. “Los costes han subido un 30% en los últimos años y las perspectivas no son mejores. Si no se toman medidas, esto será insostenible”, ha advertido.
Actualmente, producir una hectárea de cereal cuesta más de 800 euros, mientras que el precio por tonelada apenas supera los 200 euros. “Así no se puede vivir del campo”, han clamado los agricultores, que han advertido que, si no hay respuesta política, las movilizaciones se extenderán a todo el país e incluso a las instituciones europeas en Bruselas.
Las organizaciones convocantes también han alertado sobre las consecuencias que tendría la desaparición del cereal nacional en el conjunto de la cadena alimentaria. “La pérdida de nuestra producción supone una dependencia total de los mercados internacionales, con precios volátiles, menor seguridad alimentaria y peores condiciones para el consumidor”, han subrayado.
Todo ello en un año en el que, paradójicamente, se prevé una cosecha abundante, cercana a los 19,5 millones de toneladas. Un dato que, lejos de aliviar la situación, agrava el sentimiento de frustración del sector. “Producimos más, pero ganamos menos. ¿Cómo se explica eso?”, se preguntaban hoy muchos de los concentrados frente al Ministerio.