Villafáfila y sus Lagunas, un pulmón de oxigeno natural y visitable para olvidar la pandemia por unas horas
Más de 600 hectáreas para más de 15.000 aves... 1.500 grullas, cerca de 2.000 gansos y cientos de azulones, además de avutardas anidan en estas fechas en las Lagunas de Villafáfila un parque natural que es visitable en todas las épocas del año pero que de otoño a febrero el espectáculo de la naturaleza está servido.
Noviembre, por ejemplo, es el mes en el que mayor número de grullas se concentran; en enero y febrero abundan los gansos y en primavera se puede disfrutar con más detalle del espectáculo que ofrece la avutarda, si bien anidan y se crían también en la zona y se mantienen buena parte del año en este humedal que es referencia y sirve para estudiar los pasos de aves migratorias a cientos de científicos que siguen este tipo de manifestaciones de la naturaleza para entre otros estudios saber como afecta el cambio climático también a las aves que llegan a Villafáfila.
Las Lagunas de Villafáfila pueden presumir de aglutinar a la población más numerosa del mundo de esta inmensa ave las avutardas son el símbolo de una reserva natural que acoge un centro de interpretación magnífico a escasos 50 kilómetros de Zamora capital.
Además hay otras muchas especies para poder observar y que se unen a las avutardas, se trata de cernícalos, avefrías, garzas y silbones, entre otras aves. Ya en primavera, la vuelta de aves africanas marca otra época en las lagunas, cuando los hembras están en celo y todo vuelve a un color verde entre el que se camuflan muchas más especies y donde anidan en campos y lugares destinados a dar vida.
Ánades, ánsares, fochas, patos comunes, todos ellos pueden divisarse desde tres observatorios para facilitar la labor de los visitantes. El más interesante, y que tiene un verdadero halo de misterio es el ubicado en el pueblo abandonado de Otero de Sariegos. Casas sin habitantes y un aspecto semi fantasmagórico que le da al paseo y a la parada un especial sentido, el silencio solo turbado por los graznidos o por los aleteos de las avutardas y las aves marcan una experiencia inolvidable. El observatorio de Otero permite tener una privilegiada panorámica de toda la Laguna Grande y, por lo tanto, la oportunidad de avistar a numerosas aves. Ahora en diciembre no es mala época para pasar unas horas disfrutando de paisajes y parajes especialmente bellos con mucho de aprender sobre las aves, en la casa del Parque y por tan solo 1,5€ se puede aprender mucho y bien sobre las decenas de aves que anidan, viven y ya se quedan durante todo el año en la zona y como no con las explicaciones de los monitores se conocen los momentos más especiales y las diferentes especies que llegan y en que momentos del año.
Una buena excursión de contacto con la naturaleza si no conocen la zona.