Uruguay país modelo anti coronavirus, 48 fallecidos, 2046 casos y 1791 curados. El éxito, cohesión social

Los médicos a casa de sus pacientes, la prevención con test desarrollados en el propio país y un modelo de confinamiento sin confinamiento han conseguido que apenas haya 50 fallecidos y ahora mismo no más de 13 casos declarados el pasado 30 de septiembre.


Uruguay nunca se confinó aunque si cerró sus fronteras.

Los médicos salían a ver a los pacientes a sus casas donde eran tratados. La rapidez el testeo y la sanidad ávida ayudada por el estado en todo momento han cerrado el cerco al Coronavirus y ya es uno de los países con menos contagios del mundo.
Con tres millones de habitantes Uruguay se sitúa en centro América entre dos de los países con más contagios del mundo Brasil y Argentina.

48 fallecidos desde el inicio de la pandemia, y declarados, 2046 casos en pleno invierno, ya son 1791 personas las curadas en el país quemenos incidencia por habitante del planeta ha tenido la pandemia según la OMS.

Hacer bien las cosas no tiene tanto problema cuando se lucha al unísono y se ponen los medios necesarios. Las tasas de contagios se han mantenido bajas y el sistema de salud nunca llegó a verse comprometido, el país ya lleva semanas abriendo actividades, por ejemplo, con el paulatino regreso de las clases de los escolares y la economía nunca se frenó en seco por una confinamiento general del país, si bien las fronteras se cerraron.

Lo más sorprendente es que Uruguay logró uno resultados espectaculares para lo que se le ha venidoal mundo encima sin recurrir al confinamiento obligatorio, aúnque también es el país de Latinoamérica con la mayor proporción de personas mayor de 65 años.

Las claves de Uruguay aplicables al mundo.

Actuar con rapidez y escuchar a los científicos y no a los políticos

Desde el inicio, Uruguay tomó muy enserio la amenaza del COVID-19. Los 4 primeros casos importados el 13 de marzo, el Gobierno que había asumido hacía sólo dos semanas el problema que veía. anunció la emergencia sanitaria nacional y puso en práctica medidas como la cancelación de eventos públicos, cierre parcial de fronteras y la cuarentena obligatoria para los viajeros provenientes de países con altos niveles de infección.

Al día siguiente de este anuncio una campaña de sensibilización sobre buenas prácticas de salud y protocolos de higiene, así como mediante un decreto presidencial se ordenó la suspensión de las clases y el cierre de los grandes centros comerciales. El gobierno uruguayo convocó a un grupo asesor de científicos encabezado por expertos médicos de primer nivel y coordinó sus acciones con el sector privado.

Detección temprana y vigilancia, medidas duras y claves para detener el contagio sin contemplaciones

La celeridad de las medidas adoptadas, el asesoramiento científico para la toma de decisiones y el uso de tecnologías innovadoras, son las claves de Uruguay.Pruebas a gran escala, creó sus propias pruebas de diagnóstico y tecnologías de trazabilidad de contagios y con el seguimiento comunitario en las zonas de brote de la infección, se facilitó la detección precoz de la propagación del virus y el aislamiento.

Uruguay mantiene la tasa de realización de pruebas más elevada en América Latina, a pesar de que su tasa de contagio es de las más bajas.

El gobierno publica diariamente noticias y recurre a aplicaciones móviles, chatbots y a las redes sociales para garantizar que la población esté debidamente informada sobre la pandemi, el radar COVID funciona desde el inicio y todos los móviles en el país lo tienen instalado 

La cohesión social y de confianza en el gobierno aseguraron el apoyo generalizado a las medidas de contención, acrecentando la efectividad de las campañas públicas alentando a la gente a teletrabajar desde sus casas y a los comercios a cerrar las puertas. La mayoría de las medidas no fueron obligatorias, pero numerosas asociaciones empresariales y sindicatos de trabajadores acordaron voluntariamente interrumpir temporalmente las actividades en sectores como la construcción y el comercio minorista. Incluso el sector del turismo se sumó a la campaña de concienciación, en contra de sus propios intereses. Una de las principales cámaras empresariales del sector turístico en el país convocó a quedarse en casa durante la Semana Santa en abril.

Las diferentes medidas económicas adoptadas por el gobierno incluyeron la creación por ley del Fondo Coronavirus, que asigna y reporta en forma transparente los recursos presupuestarios para responder a la emergencia sanitaria, manteniendo un control y rendición de cuentas sobre dónde y cómo se gasta el dinero. La creación de este Fondo, financiado parcialmente mediante la reducción temporal de los salarios del Presidente, los Ministros y los funcionarios públicos con sueldos más elevados, obtuvo el apoyo de todo el espectro político y fue votado en forma unánime en el Parlamento.

Atención médica de calidad y una red integral de protección social

La amplia cobertura de la infraestructura sanitaria también contribuyó al éxito de Uruguay. La salud representa más del 20% del gasto público general, en comparación con un promedio del 12% en América Latina. La atención médica es gratuita para la población más vulnerable. En el país hay 5 médicos por cada 1.000 personas, según datos de 2017, en comparación con un promedio de 2,3 en la región. La disponibilidad de camas de hospital también es una de las más altas del continente, y se tomaron medidas rápidamente para aumentar su disponibilidad para las salas de cuidados intensivos, así como del número de respiradores en UCI.

El hecho de contar con uno de los sistemas de protección social más integral de América Latina ha ayudado a Uruguay a proteger tanto la salud como los recursos financieros de su población más vulnerable. El funcionamiento eficiente de estabilizadores automáticos tales como el seguro de enfermedad y el seguro de desempleo, brinda asistencia médica y soporte público a los ingresos de los hogares para amplios segmentos de la sociedad. Una decisión clave del nuevo gobierno fue la extensión del beneficio por enfermedad a todos los trabajadores mayores de 65 años en el sector privado, para que pudiesen quedarse en sus casas.