Si necesitan terapia anti confinamiento, en Sanabria está parte de la clave de la provincia de Zamora
Días de necesario espacio y toma de contacto con la naturaleza tras semanas de mal tiempo, de auto-confinamiento, y de confinamientos forzados por el miedo a un contagio del que ya son partícipes más del 15% de los zamoranos.
Pueblos desiertos, aldeanos que se mantienen también en sus casas pero a los que se les ve que no importa demasiado esta pandemia puesto que la otra "pandemia, la de la despoblación" ya se conocía y conoce desde hace cerca de 30 años.
Nos fuimos de los pueblos, abandonamos el terruño y es ahora en busca de paz interior y de esencias y orígenes cuando volvemos a tomar parte en el juego de la naturaleza, en el de la tranquilidad y en el de la añoranza de espacios abiertos y sin riesgos de contagio. Sanabria tiene un color especial, como dicen los sevillanos, pero nuestra Sanabria en cualquier época del año, tiene un color, un olor, y una paz de la que muchos pretenden disfrutar en estos días, ese tesoro es gratuito y todo con mesura y con sentido común puede disfrutarse y hacerse inolvidable.
No es extraño encontrar a decenas de visitantes, de los que tienen segunda residencia en la zona pero también, de los llegados de otras provincias colindantes. Tengan permiso o no, y todos sabemos como han podido hacerlo, y no, no busquen culpables, el ser humano necesita asueto y bocanadas de aire puro y en Sanabria lo hay para todos, otra cosa son las restricciones y lo que en este momento estamos viviendo y hemos de respetar lo más posible puesto que nos va la vida en ello.
Sanabria, la alta, la del Lago y la colindante con la Carballeda luce esplendorosa, con algo de nubosidad y bruma matutina en estos días, pero también con la lógica nieve en Peces aunque no demasiada, y con sus "otros" tesoros escondidos también rebosa de veredas y parajes escondidos ávidos de encontrar.
La restauración y la hostelería ya sabemos que mal, pero algún café para llevar se puede colocar en el camino si es necesario. Una buena empanada en Mombuey en el Rabanillo de toda la vida, y el viaje tranquilo puede ser más que placentero adentrándose por una comarca que es un pulmón terapéutico para semanas de encierro, de confinamientos forzados y que esperemos paren y queden finiquitados para siempre y que ni siquiera haya cuarta ola, aunque ya se hable de ella.
Subir a Peces, pasear por las orillas del Lago, subir a las Portillas, volver a Hermisende, a San Ciprián pisar tierras gallegas o leonesas, sin querer hacer ninguna "machada" puesto que para ir y volver alguna incursión se hace, pueden ser parte de un día de cambio en un monótono aislamiento que nos descoloca la cabeza y hace que incluso nos encontremos hasta mal, sin realmente estarlo. La necesidad del paseo y el viaje dan a Sanabria una pastilla de las que el médico también receta, es la pastilla de la libertad y el ocio, que no todo son reglas y normas estrictas, no todo son penas ni todo es pandemia.
El agotamiento pandémico existe y llega ahora que ya hace un año que todo esto empezó una terapia real y manifiesta es la de Sanabria y su entorno, disfrútenlo para esto no hay prescripción en contra el aire limpio y puro es de todos, siempre también dentro de un orden. Hoy en el día de los enamorados empezamos por Sanabria pero cualquier comarca de la provincia vale, la terapia pueden encontrarla en cualquier lugar, siempre con sentido común eso si.
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