Montaña, nieve, naturaleza y luces, la crónica de dia cualquiera de puente y sin igual en Sanabria
Una jornada completa en Sanabria que se precie debe hacerse con calma y tiempo, el problema es poder ver todo el atractivo en un solo día. Empresa harto imposible pero lo que se pudo estirar se estiró.
Entrar en Sanabria por el acceso a Robleda desde la N-525, recorriendo Ferreros, Paramio, Robleda, Valdespino y al Puente es una de las más que recomendables entradas a un espacio de cuento de hobbits y hadas de meigas y de mucha pizarra y espacios de ensueño.
En coche, en moto, en bici, o caminando son 12 kilómetros que abren las puertas a un verdadero paraíso ya sea en la estación que sea.
La llegada al Puente y el saludo rápido a los amigos de diez minutos no más y la promesa de comer o al menos saludarse a la bajada para comer un trozo de empanada a distancia y desearse que cuanto antes acabe esta pesadilla mucho mejor.
Arriba hay corona de bruma o nieve, y claro ventisca pero dará igual si llegamos al menos a San Martín de Castañeda. Y si entre aguanieve y nieve, frío que se iba marcando en el indicador del coche, de 4ºC del Puente llegamos a los 0ºC de San Martín y aunque con sol, lo que había arriba no era nada comparado con una playa de Valencia. Pero la tierra tira y Peces no quedaba tan arriba, mucha ventisca, mucha nieve pero también mucho intrépido sin Todo Terreno y sin cadenas para subir donde marcaba un ABIERTO PECES pero
Peces quedaba lejos aún y tras ver que las vacas ya no estaban en el prado donde suelen estar, algo decía que arriba haría de miedo. Y así fue, imposible llegar a la laguna por la ventisca, a unos 300 metros del parking de PECES,
La alerta estaba controlada y la nieve según AEMET llegaría por la tarde, pero no, a las 13:30 horas ya nevaba copiosamente en PECES y en los aledaños, y aunque el indicador marcaba un abierto, allí lo que había era el cierre de una ventisca a -6ºC con una sensación térmica que superaba los -15ºC.
De allí arriba donde viven los dioses del frío, a la parada en el mirador de San Martín que no en el de Forcadura, y en el mismo coche, a almorzar ligero, ya que era imposible estar fuera por el fuerte viento, empanada de RABANILLO ( que compramos como es de ley antes, en Mombuey) de bonito y de chorizo, un vaso de Leche Gaza con chocolate caliente del termo y a saludar al padre Lago y a recordar a los que ya no están.
Playa de los enanos, saludos a zamoranos que cerveza en mano también visitaban el Lago, y de allí tras un pequeño paseo, aunque realmente no hacía de paseo, a las Portillas.
Esas luces, las de Puebla y Ferrero Rocher, llenaron de ilusión a la comarca y a la provincia y aún son reclamo para cientos de visitantes, ellas estaban allí de nuevo, y cientos de zamoranos y de vecinos de Galicia y de otras provincias limítrofes y no tan cercanas, se fotografiaban en aquel entorno semi idílico al que solo le faltaba algo de nieve, pero como ya la disfrutamos antes, no hubo más que pedir salud y volver sin mascarilla en breve...que así sea.
Y AHORA LA GALERÍA DEL DÍA QUE MERECIÓ LA PENA