Mini refugios felinos caseros: el salvavidas para los animales durante el frío invierno
En medio de este temporal de nieve y bajas temperaturas, los animales callejeros buscan refugiarse como sea, una opción en la que llevan semanas pensando ya asociaciones zamoranas e incluso particulares, que han ido desplegando todo su ingenio por parques y zonas en las que se asientan colonias felinas, especialmente vulnerables en estos días en los que se pueden llegar a registrar mínimas de hasta -7º C.
Es el caso de Toro, donde se registrarán algunos de los valores más bajos en estos días. Por ello desde la asociación Animales Abandonados en Toro-Voluntariado han realizado decenas de casitas de porexpan, gracias a las donaciones de fruterías y demás comercios que las utilizan para el transporte y almacenamiento de sus productos y alimentos. El porexpan ayuda a preservar la temperatura en su interior, algo ideal en estos días gélidos para los animales que viven en la calle, algunos de ellos con crías recién nacidas o con pocas semanas de vida.
En Zamora los alimentadores de DAZ también se han puesto manos a la obra, incluso a nivel particular como es el caso de Carolina, que a través de la página de Facebook "Somos Zamora" solicitaba ayuda para realizar un refugio seguro para los felinos de su barrio.
Carolina explicaba el proceso de elaboración de su refugio DIY felino: "Es súper fácil, yo compré una nevera de porexpan, pero me han dicho que en muchas fruterías o pescaderías muchas veces te las dan. Hay que sellar la tapa con cinta aislante o celofán... se le hace un agujero circular y yo la he llenado de paja que he leído que les mantiene calentitos y no crea moho con la humedad, con el mismo círculo que recortas para la entrada, se le corta una parte para hacer una especie de porche y que no les entre el agua. Después yo la metí en una bolsa de basura grande de color verde para que le proteja más de la lluvia y además no llame tanto la atención, y nada se coloca y se pone peso encima para que no se vuele".
Con esta caseta, los zamoranos confían en que los felinos tengan una alternativa más segura a los motores de los coches, un refugio asiduo para ellos en estos días de frío, pero que puede resultar fatal para sus propias vidas.