Flores, ausencia y memoria
Los zamoranos gastan una media de entre 30 y 40 euros en las floristerías para honrar a sus difuntos
Los últimos días de octubre y primeros de noviembre vienen teñidos de una añoranza que en las floristerías se traduce en una vorágine de trabajo para que los zamoranos puedan honrar a sus difuntos siguiendo la tradición de depositar flores en el camposanto, símbolo de ausencia y memoria de quienes ya no están.
A pesar de la temida crisis, dos de los establecimientos más señeros de la capital zamorana -Flores Castilla y Flores Marta- señalan a Zamora News que el nivel de ventas está siendo similar al de pasados años, lo que demuestra lo arraigada que está la tradición de honrar a los difuntos con flores.
En cuanto a precios, Montse y Socorro Martín, de Flores Castilla, afirman que en estos días se mantienen casi a precio de venta diario, aunque con ligeras subidas que son más fuertes en el caso de clavel, que tiene una gran demanda. "El clavel -afirman- sube de siete a diez euros la docena, porque es lo más demandado. En el caso del resto de flores, hay un incremento muy pequeño de 20 ó 30 céntimos".
En cuanto a la demanda, ambos establecimientos coindicen en señalar el clavel como producto estrella de estos días. "El crisantemo -dice Montse Martín- cada vez se trabaja más. Además, tenemos una producción en la provincia extraordinaria".
En este sentido, Marta Alonso afirma que quien se sale del clavel opta, además del crisantemo, por una flor variada en ramos o centros que admiten todo tipo de flor.
Gasto medio
Para Montse Martín es "muy difícil" calcular el gasto medio de cada zamorano, "porque la venta es muy desigual y porque hay gente que lleva varios ramos o varios centros para distintas sepulturas". Martín cifra ese gasto entre 15/20 euros, mientras que Marta Alonso afirma que el gasto medio puede ser de unos 30/40 euros.
En cuanto al trabajo de estos días, Marta Alonso afirma que la media es similar a la del pasado año, cuando de su floristería salieron unos 300 centros y unos 150 ramos preparados -calculados por los lazos-, además de la cantidad de flor que lleva la gente sin preparar.
Competencia desleal
Ni a Flores Marta ni a Flores Castilla parece preocuparles lo que podría ser una competencia desleal, en cuanto a la venta indiscriminada de flores en todo tipo de establecimientos. "La venta de flores -indica Montse Martín- no está regulada en Los Santos. En estas fechas te venden flores hasta en una carnicería. Se nota, pero el cliente de toda la vida sigue prefiriendo comprar aquí".
Esa teoría la comparte Marta Alonso. "Quien compra en los chinos o en otro tipo de establecimiento, y lo digo con todo el respeto del mundo, no es cliente de floristería, es otro tipo de cliente. Nosotros trabajamos con una clientela fija. El que compra no sólo aquí, si no en cualquier floristería, es un cliente que valora el estilo de cada florista y la calidad de la flor".
Sobre la flor artificial, Flores Castilla no la trabaja y Flores Marta la tiene "como un complemento para algunos clientes", pero el fuerte continúa siendo la flor natural, por lo que no consideran competencia como tal los centros de flor artificial que proliferan en los bazares en estas fechas.
Puestos del cementerio
La reivindicación de los floristas pasa, en todo caso, por reubicar los puestos, no por hacerlos desaparecer. "Nosotros no queremos que quiten esos puestos, cada uno se gana la vida como puede. Pero sí hemos hecho un requerimiento al Ayuntamiento para que los ubique en otro sitio. Hay gente que viene a la tienda y nos pide menos flor o nos dice directamente que no pueden cargar peso y que tienen que comprarla allí, porque tienen que aparcar el coche a un kilómetro del cementerio. Nosotros pagamos impuestos todo el año, y lo único que queremos es que el tema se racionalice y no perjudique ni a unos ni a otros".