Epidemia de cierres en el sector de las chuches, tres kioskos de Zamora y del mismo barrio podrían dar las últimas campanadas de su historia este 2019

Un trabajo más que sacrificado y con rendimientos escasos en esta época llevan a una crisis en el sector de las tiendas de chuches en el barrio de los Bloques. Ellos, sus esforzados y sacrificados propietarios que nos han sacado de más de un apuro a horas intempestivas, sufren la crisis de forma notable y esto hace que ahora llegue el momento de su cierre, y/o traspaso, o bien en definitiva, de su re-conversión

 El mítico GOBE en la calle Argentina podría tener los días contados, y después de los Reyes Magos podría cerrar, también el kiosko de la calle Hernán Cortés y el de la Calle Arapiles en el cruce con Churruca y Argentina anuncian sus respectivos cierres por diversas causas y razones, el caso es que el sector se verá mermado en breves fechas. Triste pero cierto.

GOBE quizá uno de los más antiguos kioskos de la ciudad podría llegar a tener los días contados tras cerca de cuatro décadas de existencia.

Millones de gominolas, y de bolsas de pipas y chuches han servido esta familia a los miles de vecinos de los Bloques que vieron desaparecer el kiosko de Javi en la calle Hernán Cortés hace ya años y que después de que la señora Maruja y el señor Pepe dieran el testigo a sus hijas en el mítico GOBE, se anuncia en su escaparate la liquidación y cierre o traspaso. Nada será igual y hasta el Toro de Facundo estará triste puesto que las pipas dejarán de venderse en este entrañable kiosko que tiene los días contados, si bien la posibilidad del traspaso sería su salvación. 

Hace años los supermercados no abrían los domingos y los sábados lo hacían solo hasta el medio día, la liberalización de los horarios dejó tocado al sector que aprovechaba los olvidos para de vez en cuando llevar una alegría a sus cajones semi vacíos. Las chuches sin azúcar y sin gluten fueron un gran revulsivo para los kioskos pero la llegada de la era digital rompió la costumbre del pan y el periódico a diario. Comentaban con este periódico alguno de estos empresarios que muchos domingos vendían más de 500 diarios en papel, revistas, etc, y ahora si llegan a 60 es para "darse con un canto en los dientes".

Antes, ir el domingo a invertir la paga en chuches y en revistas y coleccionables, después de Misa normalmente, o en las tardes de sábado, era todo ritual del peregrinaje infantil, pero hoy día las costumbres han cambiado, los más pequeños de vez en cuando hacen una escapada pero raro es verlos haciendo cola como en décadas pasadas.

En la zona hay dos o tres supermercados que abren sábados por la tarde y algún que otro domingo y esto rompe también esquemas y cajones.

La re-conversión, la falta de expectativas y de gente joven en el barrio llevan a este tipo de crisis que también se nota en uno de los asentamientos ciudadanos del inicio de los cincuenta, sesenta y setenta que era de los más populosos de Zamora y ve como se quiebran ilusiones y momentos de escaparate y de "quiero una de esas y otra de aquellas" una bolsa de risquetos, o de gusanitos o campeches, llega a su fin. ¿Que será ahora de las caries y de los dentistas?, y sobre todo ¿que será a partir de ahora de aquello de bajar en zapatillas de andar por casa a por el pan, el periódico y las chuches para los sábados y domingos por la tarde? Rituales que cambian costumbres que se pierden y negocios que se ven abocados al cierre, todo un problema que también llega a las entrañables tiendas de chuches o kioskos de barrio.