En invierno hay menos divorcios que en verano
Las relaciones de pareja a largo plazo son complicadas, y sin bien el divorcio no es considerado hoy en día por la psicología como un fracaso sino, simplemente, como una etapa más de la vida en pareja, lo cierto es que muchos matrimonios caen en épocas de monotonía o de distanciamiento que realmente pueden solucionarse.
Las terapias de pareja y la introducción de novedades en el ámbito privado son estrategias que ayudan a miles de matrimonios en el mundo. En vivessexshop, una de las mejores tiendas online de juguetes sexuales, nos confirman que son muchísimas las personas que recurren a este tipo de estímulos para evitar el divorcio.
¿Por qué hay menos divorcios en invierno?
Parece que son varios los motivos que hacen que las personas se divorcien más en verano. Uno de ellos son las vacaciones, ya que el hecho de pasar más tiempo libre juntos puede hacer que una pareja se enfrente a su verdadera realidad. Pero no es el único.
Las parejas con hijos tienen que enfrentarse a unas responsabilidades que les obligan a establecer unos horarios y compromisos para poder llevar a los niños al colegio y al resto de actividades, por lo que divorciarse en invierno es, a nivel práctico, más complicado.
Anímicamente el invierno es más sereno, los días son más cortos y la rutina diaria se acepta con mayor agrado, e incluso se agradece. En verano, sin embargo, estamos físicamente más activos, nuestro nivel de activación biológico es mayor, por lo que nos encontramos con mayor disposición para tomar decisiones difíciles.
El invierno y el sexo
El nivel de actividad sexual, así como también el deseo sexual o libido están muy vinculados a los niveles de estrés de las personas. El sexo se puede considerar un momento de relación y de liberación de tensiones, o puede a veces convertirse en algo que acaba por diluirse en la relación de pareja.
Para muchas parejas, la vida bajo las mantas en el invierno es la excusa perfecta para mantener sus cuerpos unidos y en permanente comunicación. Las parejas de larga duración que se mantienen más activas sexualmente son las que tienen una actitud abierta a la experiencia, y no se cansan de probar cosas nuevas, ya sean nuevas posturas, complementos para el sexo, juguetería sexual, lencería o incluso disfraces o juegos de rol.
Y es que la monotonía es una de las grandes aliadas del divorcio, porque la pérdida de ilusión se va extendiendo poco a poco, muchas veces sin que los propios miembros de la pareja se den cuenta. Detalles inesperados, pequeños regalitos sin un motivo particular, reservar un tiempo para hacer algo a solas o darle un poco de aliciente a la vida sexual son formas fáciles y al alcance de todos para reavivar la llama de las parejas.
En definitiva, el invierno es la época perfecta para darle calor a nuestra pareja, recordarle lo que necesitamos e introducir pequeñas novedades en nuestras rutinas y en nuestras camas para evitar que lleguen las posteriores crisis y divorcios veraniegos.