Consecuencias para la salud el hábito comerse las uñas
El hábito común de morderse las uñas, aunque a menudo se percibe como una acción inofensiva, puede acarrear una serie de riesgos para la salud bucal, según advierten los expertos. Más allá de las implicaciones estéticas, esta práctica puede desencadenar problemas bacterianos, desgaste dental, dolor en la mandíbula y halitosis.
La ansiedad suele ser un factor desencadenante de este hábito, ofreciendo una vía de escape ante situaciones de nerviosismo o intranquilidad. Sin embargo, las consecuencias pueden ser más graves de lo que se imagina.
Uno de los principales peligros es la proliferación de bacterias y hongos al morderse las uñas, ya que se introduce suciedad y gérmenes en el organismo, aumentando el riesgo de infecciones. Este contacto directo entre la boca y las manos sucias puede conducir a problemas bacterianos graves.
Además, el acto repetido de morder las uñas puede provocar desgaste en los dientes, erosionando tanto el esmalte como los incisivos. Esta acción constante y forzada también puede resultar en dolor y problemas en la mandíbula, afectando la capacidad de masticar de manera adecuada.
Otra consecuencia preocupante es la halitosis, o mal aliento, causada por la proliferación de bacterias en la boca. Estas bacterias, que se introducen al morderse las uñas, pueden producir olores desagradables y afectar la salud bucal en general.
Los expertos hacen un llamado a la conciencia sobre los riesgos asociados con este hábito aparentemente inofensivo, instando a buscar formas saludables de manejar la ansiedad y evitar morderse las uñas para preservar la salud bucal y general.