Sábado de Pasión: Hermandad Penitencial de Jesús Luz y Vida
La memoria de los que hicieron posible la Semana Santa se hace presente el Sábado de Pasión. Cada año, el Jesús de Luz y Vida baja hasta el camposanto a rendir homenaje a los zamoranos que vistieron túnicas de cofrades, cargaron bajo los pasos o alimentaron la fe desde las aceras. Un Jesús vivo baja a prometer vida y resurrección a todos los que reposan en el cementerio de San Atilano.
ITINERARIO: Sale la procesión tras el acto oración que tiene lugar en el atrio de la Catedral a las 19.30 horas para seguir por Plaza de la Catedral, Plaza Antonio del Águila, Obispo Manso, Plaza Arias Gonzalo, Plaza de Fray Diego de Deza, San Ildefonso, Cuesta del Pizarro, Avenida de Vigo, Puente de Piedra, Plaza de Belén, Cabañales, Sepulcro y Cementerio, donde se celebrará el Acto Ofrenda-Oración en el que intervienen el Cuarteto Musical "Jesús, Luz y Vida", y el Coro de la Hermandad interpretando "De Profundis". Sigue por Sepulcro, Cabañales, Plaza de Belén, Puente de Piedra, Avda de Vigo, Cuesta del Pizarro, San Ildefonso, Arcipreste, Plaza de los Ciento, Rúa de los Notarios y Plaza de la Catedral para retornar al templo de salida.
Historia
La hermandad incorpora como elemento procesional una corona de flores, que es depositada ante el crucero existente en el cementario. Además cuenta con un cuarteto de viento, que precede el paso de la imagen por las calles, así como con un coro.
La hermandad celebra en la noche del Sábado de Gloria la Vigilia Pascual en la Catedral. Entonces la imagen del Jesús es llevada hasta el mirador del Troncoso mirando hacia el cementerio en un rito simbólico, en señal de que se ha cumplido la promesa de su Resurrección una semana después de acudir ante los muros del camposanto.
Hábito: Túnica monacal blanca con capucha de una sola pieza. Medallón de bronce con cordón amarillo. Los hermanos portan farol eléctrico.
Dónde verla: Su salida de la Catedral, la bajada (y posterior subida) por la Cuesta de San Ildefonso, su paso por el Puente de Piedra o el acto-oración ante los muros del camposanto constituyen los puntos de mayor interés del desfile procesional.