Los 19 drones de Putin en Polonia: una provocación que acerca a Europa a la Tercera Guerra Mundial

Guerra Ucrania
La incursión de 19 drones rusos en Polonia marca un nuevo punto crítico en la guerra de Ucrania. Putin provoca a la OTAN y eleva el riesgo de un conflicto abierto en Europa.

Putin y la provocación a la Tercera Guerra Mundial

La incursión de 19 drones rusos en Polonia coloca a Europa frente al abismo

Vladimir Putin lleva más de tres años jugando con fuego, pero la madrugada del 10 de septiembre de 2025 cruzó una línea que amenaza con incendiar todo el continente. Diecinueve drones de origen iraní, utilizados por Rusia, penetraron en territorio polaco, algunos hasta 250 kilómetros dentro de la frontera con Ucrania. Por primera vez desde 2022, la OTAN se vio obligada a derribar drones rusos en el espacio aéreo de uno de sus miembros.

El Kremlin no solo sigue arrasando Ucrania, donde más del 20% del territorio permanece ocupado, sino que ahora lanza provocaciones directas contra la alianza atlántica. Es un desafío calculado —o quizá una locura— que busca medir hasta dónde está dispuesta Europa a soportar antes de dar un paso más.

El nuevo rostro de la guerra: drones como soldados

Putin ha demostrado que los drones son los nuevos soldados de esta guerra híbrida. Baratos, letales, capaces de saturar defensas, se han convertido en el ruido constante de las noches ucranianas: sirenas, explosiones, refugios improvisados. Pero aunque cambien los medios, las víctimas son siempre las mismas: niños, ancianos, familias inocentes que pierden su vida o su hogar sin haber decidido nada de este conflicto.

La guerra se tecnifica, pero el dolor sigue siendo el mismo de siempre.

Una violación sin precedentes

Polonia lo ha dejado claro: se trata de una violación sin precedentes de su soberanía. El primer ministro Donald Tusk lo calificó como la mayor amenaza de conflicto abierto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Varsovia ha invocado el Artículo 4 del Tratado de la OTAN, lo que supone consultas urgentes entre los estados miembros.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, condenó el ataque y reafirmó que la defensa de cada centímetro de territorio aliado es innegociable. Mientras tanto, Moscú niega su implicación y llega incluso a sugerir que los drones podrían haber partido de Ucrania. Una estrategia cínica que busca confundir y dividir a Occidente.

Putin, Netanyahu y el desprecio por la vida

Lo que estamos viendo es un juego macabro de poder. Como Netanyahu en Gaza, Putin actúa con un desprecio absoluto hacia la vida humana, al borde del exterminio de semejantes. La guerra ya no es solo por territorios o recursos, sino por imponer un relato de miedo, de fuerza bruta y de chantaje permanente.

El aviso de Zelenski y la espada de Damocles

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, lo advirtió: Rusia está probando los límites de Europa. Pide más sanciones, más apoyo, y sobre todo una respuesta firme que impida que el continente vuelva a repetir los errores de los años 30.

En ciudades como Lviv o Lutsk, que en otro tiempo parecían tranquilas, los vecinos pasan las noches en refugios. Ni siquiera en los primeros meses de la invasión vivían bajo una tensión tan insoportable. Hoy lo hacen con la espada de Damocles sobre sus cabezas, preguntándose si el próximo dron caerá en su barrio o en el de al lado.

¿Hacia dónde vamos?

El incidente en Polonia es más que una anécdota militar: es un punto de inflexión. Putin juega a provocar la Tercera Guerra Mundial. La pregunta es si la comunidad internacional seguirá reaccionando con cautela o si tomará las medidas que realmente pueden frenar al Kremlin antes de que sea demasiado tarde.

La historia nos enseña que mirar hacia otro lado nunca ha detenido a los tiranos. Y hoy, en las fronteras de Polonia y Ucrania, el reloj vuelve a marcar una cuenta atrás peligrosa para Europa y para el mundo. Habiendo visto y conocido este país donde pasamos en 2023 un mes de guerra entre septiembre y octubre, todo estaba por ver, y sigue siendo una incógnita la que este loco, el presidente ruso Vladimir Putin mantiene en vilo al mundo.