Sejas de Sanabria 12 días inolvidables para todos

Para los que no hayan ido, recomendable la visita para los que fueron inolvidable la estancia. Así podrían definirse unas vacaciones en Sejas de Sanabria, un campamento que de padres a hijos deja una huella imborrable. Fuegos de campamento, el rio negro, con el agua más fría del mundo, pero que parece que se templa llegado el momento del baño. Toda una exeriencia para este nuevo turno que ha pasado otros 12 días que recordarán siempre y que si están en edad pensarán seguro en volver el año próximo.

 Son muchos los años pasados en los que la idea de Don Paco, párroco por aquel entonces de la Iglesia de San Lorenzo, ubicada en la calle Núñez de Balboa, (en los bajos de las casas, realmente era un garaje adaptado) donde se fue freguando la idea que al final haría de Sejas de Sanabria un pueblo que está en boca de todos llegando el periodo estival.

Estos son los resultados tras el esfuerzo de muchos padres que contribuyeron con cientos de fines de semana de trabajo, madrugones y solidaridad para levantar aquel campamento, un edificio de ladrillo que todos los que han pasado por allí recuerdan y no borran de su memoria.

Cientos de jóvenes durmieron en sacos, en las casas del pueblo hasta que por fin y tras muchos años de esfuerzo de padres y amigos pudo abrirse el edificio que hoy es sede del campamento de Sejas de Sanabria.