Los colores del otoño pintan Zamora

Amarillo, naranja, ocre o rojo. Son los colores de una estación otoñal que tiñen Zamora en un ambiente frío y lluvioso, un "festín" para la vista en un paseo por cualquier rincón, parque o jardín de la ciudad o de la provincia

 

Los colores del otoño forman una alfombra que amortigua las pisadas y que se aprecian en cada pestañeo, un recurso poético que los viandantes plasman en sus cámaras fotográficas a cada paso que dan. 

Los árboles se preparan así para la llegada del invierno y desechan las hojas que ya no les sirven para hacer la fotosíntesis. Así que, además, de un banquete para los ojos, la caída de las hojas de los árboles es un sistema de autoprotección y ahorro que las plantas activan cuando las hojas pierden su utilidad.

Pero antes de que el viento sople y las arrastre hasta el suelo, dejan su particular "regalo" porque el árbol recicla todos los nutrientes presentes en las hojas para poderlos utilizar de nuevo cuando llegue la nueva estación con más sol.

Antes de terminar en el suelo también cambian de color, y no lo hacen por capricho. "La mayoría de las hojas son de color verde por la presencia de la clorofila. Cuando las hojas empiezan a oxidarse, a ‘entregar’ sus nutrientes a la planta, a ‘envejecer’, las clorofilas se degradan y otros pigmentos, amarillos o anaranjados, que siempre han estado ahí, se dejan ver", según informa un artículo de la Universidad de Alcalá,

Y el cambio de color también es un sistema de defensa previo a la caída, una especie de filtros solares para defenderse de los cambios de temperatura y luz.