Aquellos maravillosos años

Que mejor que una tienda de campaña, unos plásticos, unas maderas y un árbol en el que apoyar aquellos sueños, aventuras, y sitios de correrías infantiles y de juegos casi ya de verano. Muchos años atrás donde la red no atrapaba a las personas ni a los niños, había tiempo,  múltiples actividades, bicicletas, sí, esas que son para el verano. El volver a aquellos maravillosos años, es lo importante, más allá de internet y de los chats, videojuegos o plays stations o nintendos, siempre nos quedará el árbol del barrio y las bicis.