Tras los pasos del "poeta andariego"

Miembros del Seminario Permanente Claudio Rodríguez en la presentación de la ruta literaria por la ciudad

El Seminario Permanente Claudio Rodríguez propone una ruta literaria por ocho puntos de la ciudad

"Zamora, la ciudad que tanto amó, tiene que dialogar ahora con su poeta". Así lo afirmaba esta tarde José Ignacio Primo, quien en nombre del Seminario Permanente Claudio Rodríguez ha solicitado al Ayuntamiento una ruta cultural y literaria siguiendo los pasos del poeta por su ciudad del alma.

Ocho puntos, con una parada obligatoria en la calle de San Torcuato, ante el mural de "La Golondrina" de Antonio Pedrero, conforman la ruta que el Seminario Claudio Rodríguez ha propuesto al Ayuntamiento, a fin de que los zamoranos y los visitantes puedan acercarse más a su obra en los lugares que fueron una referencia constante en su vida. La ciudad que paseó, su río, la muralla, su luz y su cielo son un referente constante en la obra de Claudio.

Así, la propuesta recoge que en cada uno de los lugares seleccionados se coloque una placa con un verso de Claudio. La ruta se iniciaría en la Casa de los Peña (o "del americano"), donde el poeta pasó su infancia y escribió sus primeros versos, que José Ignacio Primo identifica con "Salgo de casa y siento esta ternura musical del cielo", de "El vuelo de la celebración".

El segundo de los puntos sería el Instituto Claudio Moyano, donde el poeta conoció al profesor de Filosofía José María Gómez López y al de Literatura, Ramón Luelmo, y donde se formó el joven autor de "Don de la ebriedad". "Como si nunca hubiera sido mía, dad al aire mi voz y que en el aire sea de todos y la sepan todos".

La ruta continuaría hacia el Casco Histórico, con una parada en la calle de San Torcuato, donde se halla el mural e "La Golondrina", donde un joven Pedrero lo retrató junto a sus amigos Julio Mostajo y Ramón Abrantes. Primo lamentó que, al estar ubicado en una entidad bancaria, el cuadro no pueda ser contemplado por el turismo de fin de semana.

Ya en la zona histórica, para la Plaza Mayor se propone un verso de "Conjuros", "¿Qué estáis haciendo aquí? ¿Qué hacemos todos en medio de esta plaza?" en lo que sería el tercer punto de la ruta. El cuarto lugar elegido es la propia Biblioteca Pública, donde tiene sede el Seminario Permanente y, como Primo recordó, donde se custodia toda su obra, que el poeta legó a Zamora, que representa el conjunto de sus sentimientos. "Cuando todo se vaya, cuando yo me haya ido, quedará esta mirada, que pidió y dio sin tiempo".

Desde la plaza de Claudio Moyano, las murallas de Zamora son el quinto lugar de referencia en la vida de Claudio. "Héme ante tus murallas, fronteriza ciudad a la que el cielo sin cesar desasosiega". El siguiente punto propuesto es el Puente de Piedra. "Y como veía que era tan popular entre las calles, pasé el puente, dejé este lugar y adiós todo".

La ruta concluye con dos puntos de la orilla izquierda como son las Aceñas ("Tú, río de mi tierra, río Duradero") y Los Pelambres, donde al poeta le encantaba contemplar el río y la ciudad. "Oh río, fundador de ciudades". Primo recordó cómo el poeta, entre sus últimos deseos, pidió a sus amigos que cuando muriese fuesen por sus orillas y bebiesen en su nombre. Y así siguen haciéndolo cada año.

En cuanto a la ruta literaria, señaló que el Ayuntamiento ha dado "muy buenas palabras" al proyecto, que evocaría la figura universal de Claudio Rodríguez en los lugares que marcaron su vida y su obra.

Antología y conferencia

Además de esta ruta, Fernando Martos y Luis Ramos de la Torre explicaron la intención de publicar una antología de Claudio para jóvenes con el amor y la alegría como hilos conductores.

El acto de celebración del 80 cumpleaños de Claudio finalizó con la conferencia "Claudio con los grandes", por Ángel Luis Prieto de Paula, quien fue presentado por Tomás Sánchez Santiago. Prieto de Paula, además de ejercer la crítica académica y periodística, es un estudioso de la obra de Claudio Rodríguez.

A la conmemoración del 80 aniversario del nacimiento de Claudio asistieron su viuda, Clara Miranda, así como diversos amigos y poetas zamoranos como Máximo Hernández o Ángel Fernández Benéitez, entre otros.