¿Siguen existiendo gamusinos en los bosques de Zamora?

Parque de Valorio_2
Aunque la caza de gamusinos era una tradición popular en Zamora, especialmente en el bosque de Valorio, con el tiempo se ha transformado en un recuerdo nostálgico de tiempos pasados, desapareciendo en gran medida de la vida moderna

El gamusino es un animal imaginario muy conocido en España, usado como parte de bromas y juegos entre niños y jóvenes. En campamentos o excursiones, se organizaban cacerías ficticias donde los participantes eran engañados para buscar a esta criatura inexistente. Aunque esta tradición ha cambiado con el tiempo, su esencia se mantienel, con variaciones en diferentes ciudades. En Andalucía, por ejemplo, se conoce como 'gambusino', y en Galicia, como 'biosbardos'.

En Zamora, esta práctica fue especialmente popular en el bosque de Valorio. Allí, los niños elaboraban trampas caseras con elementos simples, como cajas, palos, cuertdas y comida, con la esperanza de que el gamusino respondiera con algún tipo de regalo. Aunque sabían que era una ficción, esta actividad fomentaba el juego al aire libre y la creatividad. Estas trampas, visibles en los senderos del bosque, eran un recuerdo de cómo las generaciones pasadas interactuaban con su entorno.

El origen del término "gamusino" es incierto. Algunos expertos lo relacionan con el término “gambusino”, usado en el siglo XIX para designar a los buscadores de oro. La conexión sugiere que la idea de perseguir algo inalcanzable, como el oro o el gamusino, refleja una metáfora cultural: la búsqueda de lo imposible como parte del aprendizaje social y la diversión.

En Zamora, la tradición de cazar gamusinos ha disminuido con los años debido a los cambios en las actividades infantiles y la urbanización. Sin embargo, sigue siendo recordada por aquellos que la vivieron. Eventos como la exposición "En defensa de los gamusinos", realizada en el Museo Etnográfico de Castilla y León en 2021, han ayudado a mantener viva esta tradición. En la muestra se recopilaron diferentes técnicas de caza y versiones de las historias sobre estas criaturas en la provincia.

El bosque de Valorio y otras áreas rurales de la provincia fueron, o son, escenarios principales de esta tradición. Más allá del juego, la caza de gamusinos unía a familias y amigos en actividades que conectaban a las personas con la naturaleza. Era una forma sencilla de compartir tiempo y convencer a los más pequeños de la casa de vivir una "nueva eventura".