Ramón Álvarez "regresa" a casa

Inauguración de la exposición.

La Encarnación acoge 31 obras del imaginero procedentes de las diócesis de Zamora, Astorga y Valladolid.

La iglesia de la Encarnación acoge desde hoy y hasta el 22 de mayo una muestra sobre la obra menos conocida del imaginero Ramón Álvarez, realizada en su taller de Zamora y procedente de distintas iglesias de la provincia y de Valladolid. La exposición incluye obra religiosa y procesional, si bien no se ha querido incluir ningún paso de Zamora por la proximidad del palacio de la Encarnación, sede de la Diputación provincial, con el Museo de Semana Santa, a sólo 200 metros de la sala.

Promovida por la Junta pro Semana Santa y organizada por el Obispado de Zamora a través de la delegación diocesana de Patrimonio en el 125 aniversario de la muerte del imaginero, la muestra consta de 31 obras como explicó el comisario, José Ángel Rivera de las Heras, quien lamentó asimismo la ausencia de un Niño Jesús proveniente de Pontejos, donde los feligreses de la parroquia se han negado a ceder la imagen para la exposición, que constituye una oportunidad única de ver reunida la obra de Ramón Álvarez de gran y pequeño formato.

Rivera de las Heras se ha referido a Ramón Álvarez (Coreses, 1825-Zamora, 1889) como una "figura esencial en el arte zamorano de la segunda mitad del siglo XIX" y ha recordado su perfil de "superación y autodidactismo", destacando la evolución del imaginero, quien no militó en un movimiento artístico determinado pero "conectó perfectamente tanto con la burguesía como con los sectores más populares, de forma que alcanzó una gran popularidad y un estimado reconocimiento por parte de la sociedad local de su tiempo".

Imágenes devocionales de Cristo (Niños Jesús y Crucificados; la Virgen en sus diversas advocaciones (incluyendo las de su época, como La Saleta o el Amor Hermoso) y Santos (San José con el Niño, o San Antón, entre otros) conforman una muestra que incluye piezas de bulto y vestideras, repartidas por las provincias de Zamora, Salamanca y Valladolid.

Rivera de las Heras ha indicado asimismo que para la composición de sus obras, Ramón Álvarez utilizó estampas religiosas, obras escultóricas y pictóricas anteriores y otras conocidas de Pedro de Mena y Luis Salvador Carmona, así como el busto de su segunda mujer, Ramona Feltrero, que se conserva en el Museo de Zamora.

En cuanto a rasgos peculiares, el comisario de la muestra ha destacado el empleo de la tela encolada (que aligeraba el peso y el coste de las imágenes), el cabello formado por mechones ondulados, el semblante risueño, las mejillas sonrosadas y la textura granulada realizada con toques de pincel enpastado en acabados como los paños de pureza o las barbas incipientes.

Finalmente, Rivera de las Heras se refirió a los escultores e imagineros que iniciaron su formación en el taller del imaginero, como Eduardo Barrón, Aurelio de la Iglesia, Miguel Torija y Ramón Núñez.

Entre las obras expuestas destacan una Inmaculada proveniente de Toro, un Cristo Yacente de Alaejos, la Piedad de Manganeses de la Lampreana o un Crucificado de una colección particular, así como el Nazareno de Villaralbo, el Jesús del Expolio de Benavente o el Jesús de la Oración del Huerto, de Alaejos, siendo procesionales estas tres últimas.

La exposición reúne obra proveniente de distintos conventos e iglesias de la capital y de localidades como Gallegos del Pan, Torres del Carrizal, Cerecinos del Carrizal, Tábara, Fuentes de Ropel, Matilla la Seca, Muga de Sayago, Abelón, Valdefinjas, Casaseca de las Chanas, Cubillos, Benegiles o Pajares de la Lampreana, entre otras, por lo que constituye una oportunidad única de contemplar la obra de Ramón Álvarez que, 125 años después de su muerte, regresa "a casa" para honrar su memoria.

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