Puerta grande para Manuel Román y Marcos Pérez en el día de San Agustín en Toro
La histórica plaza de toros de Toro fue escenario de un memorable festejo taurino este 28 de agosto, con motivo de la celebración de San Agustín. Los jóvenes novilleros Manuel Román y Marcos Pérez se alzaron como los grandes triunfadores de la tarde, logrando cortar orejas y rabo en sus faenas, lo que les permitió salir por la Puerta Grande junto con el Mayoral, en reconocimiento a la calidad de los astados de la ganadería de Domingo Hernández.
El festejo comenzó con el novillero Jarocho, quien lidió con un toro que, aunque noble, no le permitió desplegar todo su arte. Aun así, Jarocho demostró su valentía y temple en el ruedo, ofreciendo una faena bien ejecutada por ambos pitones. La suerte no estuvo completamente de su lado, ya que un pinchazo previo a la estocada le impidió una faena redonda, llevándose finalmente una oreja merecida por su entrega y técnica.
Manuel Román, en su primer toro, se enfrentó a un astado menos bravo, pero que exigía oficio. El joven novillero estuvo firme y resolutivo, logrando cortar una oreja tras una estocada certera, que llegó después de un primer intento fallido. Sin embargo, su mayor triunfo llegó en el segundo de su lote, donde demostró una notable madurez y capacidad para extraer todo el jugo de su oponente. Con su faena, Manuel Román conquistó otra oreja y la aclamación del público, que reconoció su valentía y destreza con los trastos.
El verdadero clímax de la tarde llegó con Marcos Pérez, quien en su primer novillo se mostró como un diestro decidido y seguro, cortando dos orejas tras una lidia impecable. No obstante, fue en su segundo toro donde el joven espada alcanzó la gloria. Con una faena precisa y llena de matices, Marcos Pérez logró cortar las dos orejas y el rabo, certificando así su salida por la Puerta Grande. Su actuación fue un compendio de temple, valor y dominio de los terrenos, lo que le valió el reconocimiento unánime de la afición.
Por su parte, los astados de Domingo Hernández estuvieron a la altura de las circunstancias, mostrando bravura y nobleza, lo que permitió el lucimiento de los novilleros. El Mayoral de la ganadería fue igualmente premiado con la salida por la Puerta Grande, en reconocimiento a la calidad de los toros que ofreció en este día tan especial para la localidad de Toro.
El festejo se desarrolló en un ambiente festivo, con una plaza que vibró con cada pase y cada estocada, y que supo recompensar a los toreros con el máximo trofeo en una tarde que quedará grabada en la memoria de los aficionados toresanos. San Agustín fue testigo de una tarde de toros donde la tradición y la juventud se unieron para regalar una faena inolvidable. La plaza estuvo con un casi lleno que animó a los novilleros en esta jornada festiva.