Prometedor debut del zamorano Erik Sotelo en Guijuelo: un paso firme hacia el sueño del toreo
El mundo del toreo suma una nueva promesa zamorana. El joven novillero Erik Sotelo Pérez vivió este fin de semana un debut cargado de ilusión, entrega y determinación en la clase práctica celebrada en la localidad salmantina de Guijuelo. Con apenas dos años de formación en la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca, el alumno zamorano dejó una grata impresión en su primer compromiso como segundo del cartel.
Desde el paseíllo, Erik mostró una actitud seria y respetuosa hacia la liturgia del toreo. Abrió su actuación con el capote ejecutando unas tafalleras que despertaron los primeros aplausos del público. Ya en la faena de muleta, el joven novillero conectó con los tendidos gracias a su disposición y algunos muletazos de buena factura, firmando tandas que dejaron entrever una personalidad que empieza a forjarse al calor del ruedo.
Uno de los momentos más tensos de la tarde llegó con una cogida que, por un instante, heló el aliento de los asistentes. Pero lejos de amilanarse, Erik regresó con más decisión si cabe a la cara del novillo, cerrando la faena con un desplante de valor que fue correspondido con una fuerte ovación desde los tendidos. La escena no solo habló de su entrega, sino de una madurez sorprendente para su corta trayectoria.
La jornada fue también una muestra del alto nivel que atesora actualmente la Escuela de Tauromaquia salmantina, cuyos alumnos —incluido Sotelo— demostraron el fruto del trabajo técnico y la pasión con la que se vive el aprendizaje del arte de Cúchares.
“Esto es solo el principio de un sueño que estoy construyendo paso a paso”, afirmó emocionado Erik al término del festejo, rodeado de familiares, amigos y compañeros de escuela. No olvidó agradecer a la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca “por abrirme este camino”, ni al público “por acompañarme en un día tan especial e inolvidable”.
Con este debut en Guijuelo, Erik Sotelo de 16 años tan solo da el primer muletazo a una carrera que, aunque todavía incipiente, promete. La afición zamorana tiene motivos para ilusionarse: el valor, las formas y el corazón de este joven torero son ingredientes que, con trabajo y tiempo, pueden llegar lejos.