La primavera estalla en Sayago
Antes de llegar incluso a Pereruela ya huele a Sayago, a escobas en flor, a jaras que cambian el verde por el blanco y amarillo de su floración, también el morado del romero y el reverdecer de los campos tras meses en ocre y marrón oscuro. El trigo va teniendo color crece y madura con las aguas de abril, cebadas y centenos emulan al padre trigo, la soja amarilla sigue canteando y escuadrando tierras y concentraciones parcelarias, caminos repletos de escobas con ese amarillo chillón que huele a esencias de dioses.
Abejas posa que te posa agudizando los vuelos para libar esas flores atraídas por sus espectaculares colores...
Sayago no deja a nadie indeciso sobre sus preciosas vistas que recuerdan a las películas de Hollywood que si hubieran pasado por aquí más de una se hubiera rodado en estos paisajes que nada tienen que envidiar a las localizaciones de grandes producciones. Pero Sayago es sencillo, solo se estremece con el cercano arribe, con el paso del padre Duero a las orillas de Fermoselle, Cozcurrita, o tantos y tantos enclaves al oeste que sería dejarse en el tintero cientos de espacios, rutas y veredas.
Las flores y los colores, los olores y las percepciones, las charcas llenas de agua y plagadas de vida dan a la comarca un especial viaje a toda ella, sin perder espacio ni cuneta, ni camino ni piedra en la que subirse para divisar un horizonte que puede hundirse en el Mar de Castilla donde murió hace más de 50 años Argusino.
Fermoselle enlaza con Bemposta, enfrentan las poblaciones a una y otra margen del Duero en esa raya que todos tenemos en la cabeza pero que si se la hacen buscar a un niño dirá que no está que allí no hay rayas ni fronteras, porque la naturaleza y la belleza no la tienen ellas mandan, ambas dos.
Disfrutar de la cercanía sin tener que irse a República Dominicana o a Cuba o a los Fiordos es la máxima, triste es no conocer la provincia y anhelar paraísos lejanos y desconocidos, sin ver lo que tenemos en la mano.
Zamora y su provincia son espectáculos a disfrutar siempre, en todas las estaciones, hoy lo hicimos por los que no pueden hacerlo, la primavera estalló en Sayago.