La parroquia de San Vicente recupera una talla de la Virgen de la Quinta Angustia

Presentación de la talla restaurada

La obra, de Gaspar de Acosta, es una copia de la imagen de Juan de Juni que recibe culto en Valladolid

La iglesia de San Vicente recupera para su exposición al culto una talla de la Virgen de la Quinta Angustia, realizada a comienzos del siglo XVII por el escultor zamorano Gaspar de Acosta. La imagen es una copia de la Virgen de Juan de Juni que recibe culto en Valladolid y ha sido restaurada por iniciativa de la parroquia.

La escultura zamorana ha sido intervenida por el restaurador Óscar Manuel Morales Romero entre los meses de junio y septiembre de 2013 y su importe ha ascendido a 1.400 euros, que han sido costeados en su totalidad por la parroquia de San Vicente.

El delegado diocesano para el Patrimonio y la Cultura, José Ángel Rivera de las Heras, explicaba que la escultura de la Virgen Dolorosa de la iglesia parroquial de San Vicente Mártir de la ciudad de Zamora está tallada en madera de nogal, policromada y dorada y tiene unas medidas de 104 x 50 x 55 cm.

Según la documentación conservada en el Archivo Histórico Provincial, Bernabé Suárez Meléndez, hijo de los promotores de la capilla de Nuestra Madre de las Angustias, y el escultor luso Gaspar de Acosta, vecino de Zamora, concertaron la realización de dos tallas en madera de nogal. Una es la de Nuestra Señora del Descendimiento de la Cruz con Cristo muerto en el regazo (Piedad), para colocar en el nicho ubicado sobre la portada exterior de la capilla (imagen que aún hoy se puede contemplar en su ubicación original).

La otra imagen contratada era la de "Nuestra Señora de la Quinta Angustia, con siete espadas en los pechos, conforme al modelo de barro que tiene en su poder el dicho Gaspar de Acosta", y que iría colocada sobre el nicho de la puerta colateral. En la escritura se convenía que ambas debían de estar hechas para el miércoles santo de 1604, y se estipulaba su precio en 500 reales.

La escultura ahora recuperada copia la que Juan de Juni tallase para la cofradía de la Quinta Angustia de Valladolid poco después de 1561, que recibe culto en la iglesia de las Angustias de la capital vallisoletana. La mencionada imagen juniana fue ampliamente difundida a través de pinturas, entre las que se encuentra un lienzo del XVII que se conserva en la iglesia de San Vicente y que también será objeto de restauración.

También contribuyó a su difusión un grabado abierto por el clérigo y pintor flamenco Juan de Roelas durante su estancia en Valladolid, entre 1594 y 1602, y cuya plancha en cobre se conserva en el Museo Nacional Colegio de San Gregorio; en ella aparece la figura de la Virgen con siete espadas sobre el pecho, que son un añadido posterior a la escultura de Juni.

Como ocurre con la talla original de Juni, la Virgen está sentada sobre una roca, al pie de la cruz. La pierna derecha avanza hacia delante y la izquierda se mantiene retraída. La cabeza se dirige hacia lo alto y se inclina hacia la izquierda. Sobre el pecho va colocada la mano derecha, mientras la izquierda queda semioculta por el ropaje. Los pliegues de la vestimenta están elaborados con poca fortuna, según Rivera de las Heras. Su interior está vaciado por el reverso, con el fin de hacer más ligera la figura y evitar el agrietamiento de la madera.

La Virgen portaría los siete cuchillos como la imagen de Juni (un añadido posterior), como revela un hueco en el pecho donde iría colocado el corazón con las siete espadas.

A la presentación de la talla han asistido, además, representantes de la parroquia y de la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias, en cuya capilla, en uno de los nichos laterales del presbiterio, quedará expuesta la talla.