Éxito del Camino Flamenco entre Morales y Pontejos: más de 60 jinetes reviven la tradición al estilo del Rocío

camino flamenco de morales a pontejos (37)

Amazonas, jinetes, carros, burros y buen ambiente protagonizaron una jornada festiva con sabor a campo, a flamenco y a paella

El folclore, la tradición y la pasión por el caballo se dieron la mano este fin de semana en una nueva edición del Camino Flamenco entre Morales del Vino y Pontejos, que ha contado con una participación sobresaliente de más de 60 jinetes y amazonas, además de carros y carretas que revivieron los caminos y tradiciones de antaño.

Desde primeras horas de la mañana, los participantes se reunieron para iniciar una jornada festiva que evocaba los caminos andaluces del Rocío, pero con el inconfundible toque zamorano. A lomos de caballos y burros, con trajes de corto, lunares, flores y sombreros cordobeses, los caminantes avanzaron en comitiva acompañados de la música, las risas, el buen ambiente y, cómo no, del tradicional rebujito, imprescindible en toda ruta flamenca que se precie.

Un arroz que unió a todos

Tras recorrer los senderos que conectan Morales del Vino y Pontejos, el camino culminó con una comida campestre donde los sabores zamoranos tomaron el protagonismo. La paella elaborada con mimo y a fuego lento, fue la estrella del encuentro, reuniendo a todos los participantes alrededor del fuego y de la amistad. Cerca de 150 comensales se dieron cita en el local social de Pontejos.

La jornada transcurrió sin incidentes y con una excelente organización, destacando el compañerismo entre los asistentes y el cuidado de los animales, que recibieron las atenciones necesarias en cada parada.

Camino, tradición y convivencia

Este tipo de iniciativas refuerzan el valor de la tradición rural, la afición ecuestre y el orgullo por las raíces culturales, fusionando la estética y el espíritu del sur con la identidad zamorana. El Camino Flamenco se ha consolidado como una cita esperada y singular en el calendario festivo de la comarca.

Organizadores y participantes ya piensan en futuras ediciones con nuevas sorpresas, pero con la misma esencia: caminar juntos, disfrutar del campo y celebrar la vida con alegría, sabor y tradición.