Antonio Pedrero, la mirada mágica sobre Zamora
El pintor y escultor inaugura con una muestra retrospectiva de su obra la Galería de Arte Del Valle, después de 16 años sin exponer de forma individual.
El pintor y escultor Antonio Pedrero regresa a una sala exposiciones dieciséis años después de que mostrase su obra de forma individual y lo hace con una retrospectiva que supone un repaso por sus obras desde sus inicios hasta la actualidad. La exposición ha servido para inaugurar la Sala de Arte Del Valle en su nueva andadura como galeria y permanecerá abierta al público hasta el 22 de abril.
La Galería de Arte Valle, ubicada en la Plaza de San Esteban (antigua Caja España) acoge hasta el 22 de abril una muestra retrospectiva del artista que desde sus inicios ha posado su mirada mágica de forma especial sobre Zamora y Sanabria, lugar al que ha acudido la mayoría de los veranos de su vida desde que era un joven estudiante de 14 años y la recorría en bici con Alberto de la Torre para realizar bocetos y dibujos en los meses estivales.
Numerosas personalidades del arte y de la cultura se daban cita el pasado viernes en la muestra, que acerca la personal mirada del pintor al público y su evolución a través del tiempo y que saca a la luz obra inédita no expuesta realizada en su etapa de juventud.
Retratos al óleo y dibujos -como los de su mujer, Luisa, cuando aún eran novios o los de sus nietas, Lucía y Teresa, a quienes dedica la muestra-, paisajes, composiciones figurativas, escenas de campo y capeas conforman una exposición en la que destaca de forma especial su obra sobre Zamora capital reflejándose en el Duero (su ciudad del alma, de la que nunca ha querido irse, donde ha elegido vivir rodeado de su gente y de sus amigos de siempre), y los paisajes de Sanabria, lugar que ha sido una constante en su obra con los maravillosos contrastes de luz sobre su lago y sus casas de piedra y pizarra.
Escenas taurinas y de Semana Santa (otra constante en su vida), además de la maqueta del monumento al Merlú, completan una muestra que supone una de las escasas oportunidades de encontrarse con una colección de la obra de Pedrero. También aparece en la exposición un cuadro realizado en Milán en su juventud, durante su estancia seis meses en Italia con motivo del premio de la Fundación Rodríguez Acosta de Granada, o un par de óleos sobre Salamanca, ciudad vecina en la que el artista desarrolló su magisterio.
Desde los ocres iniciales al brillante colorido más actual, Pedrero deja constancia en cada uno de sus dibujos y óleos de su estilo inconfundible y su maestría, fruto de una trayectoria de más de 60 años, desde que despuntase con solo once años como uno de los más brillantes alumnos de la Escuela de San Ildefonso. Con Zamora como una constante en su obra, con el paso del tiempo nadie la conoce, nadie la ha pintado como él.
La muestra permanecerá abierta hasta el próximo 22 de abril en horario de mañana y tarde y constituye una oportunidad para acercarse a la obra del artista.