El alma de Sayago, retratada en el Museo de Zamora

El alma de Sayago, retratada en el Museo de Zamora
Sayago a través del objetivo: el Museo de Zamora inaugura una exposición fotográfica que dialoga con el paisaje

El Museo de Zamora acoge desde esta semana la exposición “Sayago. Registros fotográficos de un paisaje”, una muestra que invita a mirar la comarca sayaguesa desde dos perspectivas fotográficas tan distintas como complementarias. Eduardo Almeida y Santiago Santos firman este diálogo visual que se podrá visitar hasta el próximo 22 de junio en la Sala de Exposiciones Temporales del museo.

Ambos autores, con trayectorias y técnicas opuestas, se han sumado al reto de reinterpretar el paisaje de Sayago, una tierra descrita históricamente como “dura, periférica, de recursos escasos y de ancestralidad arraigada”, pero que en esta exposición se revela mucho más compleja, simbólica y emocional.

El territorio como narrativa: dos miradas, un mismo suelo

La exposición parte del contraste. Por un lado, Eduardo Almeida, fotógrafo zamorano, recurre a la técnica analógica clásica y al positivado artesanal para captar imágenes detenidas en el tiempo, casi míticas, de un Sayago sorprendentemente acuático, sereno y silencioso. Su trabajo, íntegramente en blanco y negro, convierte la naturaleza sayaguesa en una especie de “país interior”, lleno de matices de luz y con un fuerte componente emocional. Para Almeida, el uso del blanco y negro permite “centrarse en los contrastes, en la riqueza de los grises y en lo esencial de la imagen, más allá del color”.

Por otro, Santiago Santos ofrece una aproximación conceptual al paisaje, entendiendo el territorio como un espacio construido por el ser humano. A través de la fotografía digital y también en blanco y negro, Santos pone el foco en la huella humana: marras, cortinas de piedra, caminos, estructuras agrícolas… vestigios que transforman la naturaleza en cultura. “Me interesa más la división del territorio y el uso del espacio que la estética de las piedras”, afirma. En sus imágenes, el tiempo histórico cobra protagonismo, apelando a la memoria rural y a los cambios sociales.

Sayago, el alma rural reinterpretada

La exposición cobra aún más sentido por la elección del territorio protagonista: Sayago, una de las comarcas más singulares de Zamora, de fuerte identidad y paisajes rotundos. Almeida, natural de Tierra del Pan, explicó que su fascinación por Sayago nació de los viajes en autobús desde el instituto, cuando contemplaba desde la ventanilla “un paisaje que nada tenía que ver con el mío, lleno de rocas, encinas y misterio”.

Para Santos, que ya había trabajado en los años 90 sobre las “marras” sayaguesas, este encargo supuso “una ruptura en su producción artística habitual”, pero también una oportunidad de construir una narrativa visual desde la memoria y la pertenencia. “He trabajado en imágenes donde desaparece lo evidente y surge lo simbólico, alejándome de la descripción tradicional”, explicó durante la inauguración.

Blanco y negro como lenguaje común

Aunque sus métodos y motivaciones son diferentes, ambos fotógrafos coinciden en el uso del blanco y negro. Un lenguaje que, según el director del museo Alberto del Olmo, “ayuda a distanciarse de la imagen turística o descriptiva para construir una visión más profunda, más emocional y atemporal del paisaje”. Así, la muestra logra una unidad estética pese a las diferencias de técnica y mirada.

La exposición incluye cerca de 50 obras: 9 grandes formatos de Eduardo Almeida y más de 38 piezas de Santiago Santos, en tamaños más reducidos. Dos modos de acercarse a una misma tierra, donde el tiempo, la intervención humana y la belleza natural conviven y se confrontan.

Un homenaje pictórico a Pedro Santos Tuda

Como introducción a la muestra, el Museo de Zamora ha querido rendir homenaje al pintor Pedro Santos Tuda, fallecido hace un año y medio, y originario de Sobradillo de Palomares. Su obra sobre el paisaje de Los Ociles, también en Sayago, abre la exposición como “guiño pictórico” y puente entre disciplinas. La pieza podrá verse durante los dos meses que dura la exposición y será explicada todos los miércoles por la tarde, dentro de las visitas guiadas semanales que ofrece el museo.

Más que una exposición, un diálogo con el paisaje

“Sayago. Registros fotográficos de un paisaje” no es solo una muestra de fotografía. Es una propuesta para repensar el territorio desde la imagen, desde lo íntimo, desde lo documental y lo artístico. Dos fotógrafos, dos caminos, una comarca. Y una invitación abierta a redescubrir Sayago a través de la luz, la sombra y la huella del tiempo.