UGT exige revertir el ERE en Azucarera y mantener abierta la planta de La Bañeza
UGT Castilla y León ha reclamado este jueves la defensa decidida del sector azucarero y la reversión del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por AB Azucarera Iberia, al considerar que está en juego el mantenimiento de la actividad industrial y el empleo en zonas ya duramente castigadas por la despoblación y el desempleo. Así lo han expresado sus representantes durante la constitución del grupo de trabajo negociador del conflicto en el seno de la Fundación Anclaje.
Alberto Lorenzo, vicesecretario general de Políticas Sindicales y Seguridad Laboral de UGT en la comunidad, junto a Gorka López y Juan Carlos García Serrano, responsables autonómicos de UGT FICA, han participado en este encuentro junto a representantes de la Junta de Castilla y León, la Subdelegación del Gobierno, CCOO y los comités de empresa de las plantas afectadas: La Bañeza, Toro, Miranda de Ebro y Benavente.
El sindicato ha respaldado que el viceconsejero de Economía y Competitividad de la Junta, Carlos Martín Tobalina, ejerza como secretario del grupo de trabajo, en un gesto que busca reforzar la coordinación institucional. En esa línea, todos los actores implicados han coincidido en trasladar un mensaje de unidad frente a una situación que consideran crítica.
El objetivo prioritario de UGT pasa por evitar el cierre de la planta de La Bañeza y transformar el ERE en un expediente temporal (ERTE), con el apoyo de las administraciones públicas. La Junta de Castilla y León está elaborando informes para evaluar si es viable aplicar el mecanismo RED, aunque desde el sindicato consideran difícil cumplir los requisitos exigidos. En todo caso, no descartan ninguna opción que permita conservar la capacidad productiva del sector.
“Lo esencial es salvaguardar el sector y la autonomía estratégica alimentaria que aún existe en Castilla y León”, subrayan desde UGT, que alerta de que el impacto del conflicto ya trasciende el ámbito autonómico. “Estamos ante una cuestión de dimensión nacional: no podemos permitirnos perder ni un solo empleo más en comarcas donde la Azucarera es un motor económico insustituible”.
El sindicato advierte también de que el desmantelamiento progresivo de las plantas llevaría a una dependencia creciente de las importaciones, a pesar de que la producción en Castilla y León sigue siendo “perfectamente viable”.