Maltrato continuado y un trapo en la boca hasta la muerte: la cruel tortura al perro Cooper

Cooper perro

El 29 de agosto su cadáver fue localizado en la cocina de la vivienda en la que residía, en estado de descomposición, tapado con plásticos, una manta y un edredón.

Qué barata sale la muerte de un animal. El militar informático acusado de asesinar a su perro Cooper a finales de agosto de 2018 en Santovenia de Pisuerga deberá cumplir ocho meses de prisión por padecer un Trastorno Explosivo Intermitente (TEI).

Además, estará dos años y medio en inhabilitación para ejercer profesión, oficio o comercio relacionado con los animales.

El varón se ha declarado culpable, eso sí. Introdujo un trapo en la boca del animal que le taponó la tráquea y provocó su muerte. El can fue adoptado a finales de mayo, con tan solo seis meses, penó en una casa en la que se le maltrataba hasta la muerte.

El 29 de agosto su cadáver fue localizado en la cocina de la vivienda en la que residía, en estado de descomposición, tapado con plásticos, una manta y un edredón.

La entonces presidenta de la asociación Defaniva ha declarado que la hija de la familia aseguró que el padre “pegaba mucho y muy fuerte” al animal.

Mientras la abogada familiar pide una reducción de la condena a tres meses computables con trabajos a la comunidad, Defaniva y Libera solicitan tres años y ocho meses de cárcel por un delito continuado de maltrato animal.

Ante la pena concretada, numerosas personas se han reunido en el edificio de los juzgados vallisoletanos para pedir justicia para este animal que fue torturado hasta la muerte.