El Consejo de Veterinarios de Castilla y León rechaza la nueva regulación del uso de antibióticos y pide su suspensión cautelar
Los profesionales alertan del impacto negativo del sistema Presvet y solicitan una reunión con la Junta para debatir su aplicación en Castilla y León.
El Consejo de Colegios Oficiales de Veterinarios de Castilla y León ha manifestado su rechazo unánime a la nueva regulación del uso de antibióticos en la práctica veterinaria y ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la suspensión cautelar del sistema Presvet, diseñado para la monitorización del uso de estos medicamentos. Asimismo, el Consejo ha pedido una reunión con la Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera de la Junta para abordar su aplicación en la comunidad.
Desde el Consejo, han trasladado al ministro Luis Planas el "desacuerdo, malestar e inquietud" generalizado entre los profesionales clínicos de animales de compañía ante la entrada en vigor de esta normativa, que consideran inadecuada y perjudicial para el sector.
El principal foco de las críticas es el sistema Presvet, una base de datos creada por el Ministerio para registrar el uso de antibióticos en la práctica veterinaria. Los profesionales consideran que esta herramienta genera una excesiva carga administrativa, dificultades en la gestión de medicamentos excedentes y problemas de integración con los programas de gestión de las clínicas.
“El régimen sancionador es desproporcionado y criminaliza al veterinario”, advierten desde el Consejo, subrayando que esta situación puede provocar costes adicionales inasumibles para los propietarios de mascotas, agravados por la aplicación de un IVA del 21% a los servicios veterinarios.
Aunque los veterinarios de Castilla y León reconocen la importancia de optimizar el uso de antimicrobianos como parte de su compromiso con la estrategia One Health, que integra la salud humana, animal y ambiental, aseguran que el sistema actual no responde a las necesidades reales de la clínica veterinaria.
En este sentido, el Consejo propone la creación de un nuevo sistema alternativo que permita un control efectivo del uso de antibióticos sin perjudicar la actividad diaria de los veterinarios. Insisten en que el modelo debe priorizar la monitorización y la promoción de buenas prácticas, respetando siempre el juicio clínico del profesional como la principal herramienta para garantizar la salud animal y la salud pública.