Castilla y León convoca al sector del piñón para frenar la crisis productiva
La Junta traslada al Consejo Forestal Nacional las demandas urgentes de un sector al borde del colapso tras años de caída productiva y avance de plagas forestales
Ante la grave situación que atraviesa el sector del piñón, la Junta de Castilla y León ha reunido a todos los agentes implicados en una nueva sesión de la Mesa Regional del Piñón, celebrada en la sede de la Consejería de Medio Ambiente en Valladolid. La cita, que congregó a representantes de administraciones, entidades de investigación, propietarios forestales, industria y restauración, sirvió para definir una hoja de ruta con medidas urgentes y a medio plazo, que serán presentadas hoy en Madrid en el marco del Consejo Forestal Nacional.
Entre las principales conclusiones destacan el impulso a la investigación para combatir la plaga del chinche americano (Leptoglossus occidentalis), la creación de una denominación de origen del piñón de Castilla y León, y la implantación de un sistema de trazabilidad nacional que frene el tráfico ilegal de piñas. Todo ello en un contexto de extrema preocupación: la producción podría verse reducida prácticamente a cero durante los próximos tres años.
La expansión del Leptoglossus occidentalis, un insecto invasor que afecta directamente a las piñas jóvenes, ha disparado las alarmas del sector. Según datos expuestos en la Mesa, la fructificación de los pinares ha caído a mínimos históricos: de unas 300 piñas por árbol se ha pasado a apenas ocho. Esta situación amenaza con dejar a Castilla y León sin producción comercial de piñón hasta 2028.
Ante este escenario, el sector ha reclamado una mayor inversión en investigación, en especial en el desarrollo de la feromona leptotrieno, que permitiría avanzar en el conocimiento de la dinámica de esta plaga. También se ha propuesto intensificar líneas de control biológico con métodos sostenibles como hongos o nemátodos.
Uno de los acuerdos más respaldados por la Mesa ha sido el inicio de los trámites para crear una denominación de origen del piñón de Castilla y León. El objetivo: proteger el valor añadido del producto local frente a la creciente competencia de importaciones más baratas y de menor calidad, y consolidar su diferenciación en los mercados nacionales e internacionales.
El sector industrial ha trasladado la urgencia de implantar un sistema de trazabilidad homogéneo en todo el territorio nacional. Esta medida permitiría dificultar la legalización de piñas recolectadas ilegalmente —muchas veces antes de tiempo— y evitaría el comercio irregular entre comunidades autónomas, un fenómeno cada vez más extendido.
En esta línea, también se abordó la aplicación del nuevo Decreto 5/2025, que regula los aprovechamientos forestales y facilita la actuación frente a la recolección ilegal mediante procedimientos telemáticos y la retirada de vehículos utilizados en dichas actividades.
Durante la reunión se presentaron los avances de una herramienta pionera de estimación de aforos, desarrollada por la Asociación para la Protección del Pino Piñonero junto al INIA-CSIC y la Junta. Esta tecnología, que permite calcular la producción de piña por monte de forma objetiva, será presentada oficialmente el 22 de octubre en La Zarza (Valladolid) en el marco del proyecto europeo IMFOREST, centrado en la bioeconomía forestal.
Todas las propuestas acordadas en Valladolid serán trasladadas este jueves al Consejo Forestal Nacional, el principal órgano de consulta en política forestal en España. La fundación Cesefor y el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC) representarán al sector del piñón en esta cita clave, en la que se buscará una mayor implicación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.