Castilla y León analiza el impacto del gas radón en los centros de trabajo
La lucha contra los riesgos invisibles en el entorno laboral ha centrado hoy el foco en Segovia, donde la Consejería de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León ha celebrado una jornada técnica sobre la prevención del gas radón. Bajo el título "Radón: ¿radiactividad en mi empresa?", el encuentro ha reunido a decenas de empresarios, técnicos de prevención, trabajadores y ciudadanos interesados en conocer los peligros de este gas radiactivo natural y las obligaciones legales para combatirlo.
El director general de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales, José Manuel Barrios, ha sido el encargado de inaugurar la jornada, organizada a través de la Oficina Territorial de Trabajo de Segovia. Durante su intervención, Barrios ha subrayado la importancia de este tipo de iniciativas para “concienciar y dotar de herramientas a los responsables de los centros de trabajo ante un riesgo tan silencioso como el radón, pero con efectos probados sobre la salud”.
El gas radón, de origen natural y presente en suelos graníticos como los del Sistema Central, puede acumularse en espacios cerrados y representa la segunda causa de cáncer de pulmón tras el tabaco, según la Organización Mundial de la Salud. La provincia de Segovia, por su ubicación geológica, está considerada una zona de actuación prioritaria, conforme al Plan Nacional contra el Radón aprobado por el Ministerio de Sanidad en 2024.
Durante la jornada se han abordado en profundidad las exigencias de la normativa vigente en materia de radiaciones ionizantes, así como las actuaciones que deben acometer los titulares de centros de trabajo situados en municipios con riesgo elevado. Desde la medición y ventilación adecuada de espacios hasta la adopción de barreras constructivas, los expertos han detallado las estrategias más eficaces para reducir la exposición de los trabajadores.
La jornada técnica ha sido también una oportunidad para fomentar el diálogo entre administración, empresas y profesionales de la prevención, y marca un paso más en la implantación del plan estatal, que contempla la colaboración de las comunidades autónomas para garantizar entornos laborales más seguros frente a este gas radiactivo.