El BUSCYL, otra “milonga” de la Junta: los usuarios siguen sin tarjeta ni servicio mientras se publicita como un logro
El 1 de septiembre debía ponerse en marcha la tarjeta del Buscyl, la nueva tarjeta de transporte autonómica presentada por la Junta de Castilla y León como un avance en movilidad y ahorro para estudiantes y trabajadores. Diez días después, la realidad es bien distinta: las tarjetas no han llegado a los usuarios, los códigos QR no funcionan y las líneas de bus no disponen de lectores para validarlos.
Mientras tanto, cientos de universitarios que viajan a diario entre Zamora y Salamanca, y trabajadores que utilizan estas conexiones, se ven obligados a pagar sus billetes sin poder beneficiarse de las ayudas prometidas.
Una puesta en marcha fallida
La Junta aseguró que todas las tarjetas estarían en casa de los usuarios desde el 1 de septiembre. La realidad es que estamos a día 10 y las tarjetas no aparecen, con el plazo del 15 de septiembre a la vuelta de la esquina y con los universitarios ya de lleno en sus desplazamientos.
A mayores, los conductores de las líneas reconocen que no disponen de lectores para los QR que supuestamente iban a sustituir al antiguo sistema de bonos, lo que convierte el nuevo servicio en una medida “de papel”, imposible de aplicar.
Adiós a los bonos, hola a la incertidumbre
Hasta ahora, los viajeros podían acceder a bonos subvencionados que permitían viajes más económicos, incluso para quienes no estaban empadronados en Castilla y León, como estudiantes o profesores desplazados temporalmente. Con la llegada del Buscyl, estos bonos han desaparecido y, de momento, no hay alternativa real.
Los usuarios denuncian que el cambio deja fuera a quienes no están empadronados y obliga a pagar precios completos en trayectos como Zamora-Salamanca, encareciendo la movilidad de quienes más dependen del transporte público.
Críticas al modelo de gestión
La medida se ha publicitado como un logro, pero a pie de calle se percibe como otra chapuza burocrática: lanzar un servicio sin tener listo el soporte técnico ni garantizar que los usuarios puedan usarlo.
“Es como montar un jardín sin jardinero”, comentan afectados, que reclaman soluciones inmediatas y señalan a la Junta como responsable de un anuncio vacío que no responde a las necesidades reales de movilidad en la provincia.
Una llamada de atención
El Buscyl, que debía ser una herramienta de apoyo económico y social, se ha convertido en un problema añadido para estudiantes y trabajadores. La pregunta ahora es clara: ¿quién se hará responsable de los gastos extra que las familias ya están asumiendo desde el 1 de septiembre?
¿Qué permite la tarjeta?
Los empadronados en Castilla y León pueden viajar de forma gratuita en todos los autobuses metropolitanos e interurbanos de Castilla y León de titularidad de la Junta de Castilla y León con la nueva tarjeta BUSCyL
Los no empadronados en Castilla y León pueden usar la tarjeta como monedero para abonar el precio correspondiente a cada viaje.
¿Cuándo se puede solicitar la tarjeta?
Desde el 1 de junio de 2025 para los menores de 15 años
Desde el 1 de julio de 2025 para el resto de la población.
¿A partir de qué fecha empieza a funcionar la tarjeta?
1 de julio de 2025, Tarjeta BUSCyL < 15, para todos los menores de 15 años.
1 de septiembre de 2025, Tarjeta BUSCyL, para todas las rutas de transporte metropolitano.
Desde el 1 de septiembre de 2025, Tarjeta BUSCyL de manera progresiva para las rutas de transporte interurbano de Castilla y León.
Algo que no funciona y que sigue en entredicho ya que no hay lectores de códigos en los buses y ni las tarjetas llegan a sus destinatarios.