Izquierda Unida de Benavente cuestiona el cobro a turistas por acceder a las iglesias y duda de su legalidad

Iglesia de Santa María del Azogue, Benavente
Asimismo, la organización advierte de posibles problemas legales al aplicar tarifas diferenciadas entre turistas y residentes, calificando la medida de “claramente discriminatoria”

Izquierda Unida de Benavente ha criticado duramente la decisión del Obispado de Zamora de establecer un sistema de pago para los turistas que deseen acceder a las iglesias de Santa María del Azogue y San Juan del Mercado, en el marco del proyecto “Benaventum”, impulsado por la Fundación ZamorArte.

La formación política considera que esta iniciativa supone “una excusa perfecta para cobrar por acceder al patrimonio histórico”, recordando que “el patrimonio es de todos y todas, y debe ser disfrutado libremente por la ciudadanía”.

Desde IU cuestionan además los argumentos económicos esgrimidos por la Diócesis, que ha señalado un déficit anual de 10.000 euros por la apertura de los templos. El grupo municipal duda de que esa cifra tenga en cuenta “los ahorros fiscales derivados de la exención del IBI” de los inmuebles eclesiásticos, y recuerdan que la Iglesia recibe también subvenciones públicas del Ayuntamiento de Benavente y de la Diputación Provincial.

Otro de los puntos que Izquierda Unida pone en duda es la falta de control sobre quién debe pagar y quién no. Según la Diócesis, solo se cobrará a los turistas, pero IU considera que no existe un mecanismo eficaz para comprobar si un visitante es vecino o foráneo: “Dudamos mucho de que el párroco conozca personalmente a los más de 17.000 vecinos censados en la ciudad”, ironizan.

Asimismo, la organización advierte de posibles problemas legales al aplicar tarifas diferenciadas entre turistas y residentes, calificando la medida de “claramente discriminatoria”. “Sería como si el Ayuntamiento permitiera la entrada gratuita a las piscinas municipales solo a los benaventanos y cobrara al resto de vecinos de la comarca”, señalan.

Por último, IU lamenta que esta decisión “no contribuye al fomento del turismo” y pide al Obispado que reconsidere su postura. Además, reclama que, en caso de mantenerse el cobro, la recaudación “sea fiscalizada y sometida a los impuestos correspondientes”, para evitar que “ocurra como con la recaudación del cepillo”.