Como cada año, los scouts de Benavente rinden homenaje en la montaña a Francisco Bartolomé
Benavente sigue recordando cada año la figura de don Francisco Bartolomé González, el sacerdote que marcó a varias generaciones de jóvenes como párroco, docente, pionero educativo y fundador del movimiento scout en la ciudad. Fallecido en 2012, su legado sigue vivo en antiguos alumnos, scouts y vecinos que le rinden homenaje con una simbólica subida al pico Trevinca, uno de los lugares clave de sus campamentos juveniles en la Sierra de Sanabria.
Don Francisco llegó a Benavente en 1966, tras un breve paso por Toro, para ejercer como capellán en el Colegio de San Vicente de Paúl y profesor de Religión en el naciente Instituto Técnico de Enseñanza Media, hoy conocido como Instituto Los Sauces. Desde el primer momento se involucró profundamente en la vida educativa del centro: formó parte del claustro fundador y fue nombrado Jefe de Estudios, cargo que desempeñó hasta 1972.
Visionario y comprometido con la igualdad, fue pieza clave en el arranque del Bachillerato femenino en Benavente. En el curso 1967-68, impulsó su implantación como sección del Instituto María de Molina de Zamora, logrando que las clases se impartieran en el edificio que hoy alberga el Instituto León Felipe. En aquellos duros inviernos sin calefacción, las alumnas asistían a clase con abrigo, pero también con ilusión, gracias al impulso de don Francisco.
Además de sus responsabilidades educativas y pastorales, se volcó en facilitar el acceso a la educación secundaria a los jóvenes de la comarca. Recorrió pueblo a pueblo, hablando con familias y maestros para animar a los chicos a estudiar. En un tiempo sin transporte escolar ni comedor, consiguió habilitar una residencia y un comedor en el edificio del instituto femenino, y tramitaba personalmente las solicitudes de becas para aquellos alumnos con menos recursos.