Un minuto fatídico para el MMT Seguros

Peli saltando para marcar gol

El minuto 19 de la segunda mitad, un minuto fatídico para los zamoranos, cambió la dinámica de un partido que hasta ese momento estaba muy igualado y podía caer para cualquiera de los dos lados.

¿Que es un minuto cuando se disputan 60? Apenas nada, pero el minuto 19 de la segunda mitad, el minuto 49 del partido marcó el devenir de un partido entre dos ascendidos que se decantó finalmente para los visitantes.

En ese minuto y cuando los zamoranos mandaban por uno, hubo una pérdida local, dos goles visitantes, una exclusión para Reyes y otros dos goles, en superioridad para Bordils, que mataron a los zamoranos. El partido se ponía cuesta arriba cuando restaban 10 minutos y la renta de los visitantes era de 3 goles.

La historia pudo cambiar, sin embargo, en la siguiente jugada, cuando un gol zamorano y la exclusión de un rival hacían soñar con igualar el partido. No fue así, y tras un ataque exageradamente largo en la que los colegiados no pitaron pasivo, y un balón perdido por los zamoranos, dieron al traste con la remontada y acabaron con las esperanzas zamoranas.

Los últimos cuatro minutos fueron para intentan maquillar el resltado, algo que finalmente no pudieron hacer los zamoranos, que acabaron cayendo 28 a 33 ante Bordils.

Antes del minuto fatídico el MMT Seguros jugó bien por momentos, a tirones. La defensa de los zamoranos que no siempre fue buena, permitió que los jugadores de Bordils se pusieran por delante y obligó a los zamoranos a estar siempre pendientes de recuperar el tanteo. Esa ansiedad la supo gestionar bien el equipo de Eduardo García Valiente, sin embargo, cuando igualaban el tanteo, volvían a descolgarse.

Culpa de que los zamoranos tuvieran que nadar contracorriente, también la tienen los dos colegiados que fueron excesivamente estrictos con los zamoranos y no tanto con los visitantes. Algunas exclusiones rigurosas, que no tenían su espejo en el otro lado del campo, desquiciaron a la grada, especialmente en la primera mitad.

Al descanso llegaron los zamoranos tres abajo, pero Luis Posado, con varias paradas consecutivas en un partido en el que no estuvo especialmente acertado, devolvió a los zamoranos al partido en los que fueron los mejores minutos de los pistacho.

Con el partido igualado, la defensa zamorana subió de intensidad y el ataque empezó a encontrar huecos con mayor facilidad que en la primera parte. Fueron minutos en los que los visitantes tuvieron que pedir tiempo muerto y, aún así, parecía que el partido se les escapaba de las manos. Y entonces llegó ese minuto, el 19 de la segunda mitad, y todo cambió.