El CB Zamora se despide del 2024 con autoridad
Una tarde de baloncesto en el Ángel Nieto siempre promete espectáculo, pero este domingo, en plenas navidades, el CB Zamora ofreció algo más: una victoria llena de destellos individuales que mantuvieron al público en vilo hasta el último minuto.
El Oviedo Baloncesto llegaba como un equipo dispuesto a complicar las cosas, y aunque el marcador final pudo sugerir cierta comodidad para los zamoranos, el guion del partido estuvo lleno de matices. Desde el salto inicial, los zamoranos demostraron que habían salido a la cancha con la intención de cerrar el año por todo lo alto. Con una defensa intensa y un ataque eléctrico, el CB Zamora controló el ritmo y tomó la delantera desde el primer cuarto.
Sin embargo, el segundo cuarto se convirtió en un duelo aparte. Oviedo, consciente de que debía arriesgar para mantenerse en la pelea, apostó por el tiro exterior y encontró respuestas que hicieron temblar a los azulones. Un intercambio vertiginoso de triples electrizó al público. Cada acierto de los asturianos era replicado por el talento zamorano, pero en ese fragor del duelo, Oviedo logró imponerse en el parcial (22-27). A pesar de ello, sobre la pista no se rompía una sensación constante: el CB Zamora era mejor, más sólido, más presente.
En la segunda mitad, el CB Zamora se reencontró con su mejor versión. Con Walker como protagonista absoluto, los zamoranos recuperaron el mando. El estadounidense fue una tormenta en ataque, anotando 25 puntos que lo convirtieron en el máximo anotador del partido y en el jugador que marcó la diferencia en los momentos clave. A su lado, Toni Naspler volvió a demostrar por qué es fundamental para este equipo, liderando con 7 asistencias.
Powell, por su parte, protagonizó toda una historia de redención. Tras un inicio más discreto de lo habitual, fue en el tramo final donde mostró todo su potencial, sellando una actuación que dejó claro que, incluso cuando las cosas no comienzan bien, su nivel siempre termina imponiéndose.
El partido concluyó con un rotundo 100-81, un marcador que refleja la superioridad zamorana, pero que también habla de un rival que nunca dejó de luchar. El Ángel Nieto, se ha convertido en un fortín esta temporada y cierra así un año mágico para el CB Zamora.
Mientras la afición se despedía con cánticos y aplausos, el CB Zamora brindaba en la pista por un 2024 inolvidable. Ahora, con los ojos puestos en el futuro, el CB Zamora se prepara para afrontar un 2025 que promete ser tan emocionante como el año que acaba. La ilusión sigue intacta, y en Zamora, el baloncesto no para de crecer.