Adrijana Knežević: "Zamora me trató como a una reina, y yo lo di todo por este club"

Zamarat vs Domusa
La alero serbia se despidió del Ángel Nieto entre vítores y emoción tras su último partido en casa

Adrijana Knežević vivió este sábado una de esas tardes que quedan grabadas para siempre en la memoria del baloncesto. Con el pabellón Ángel Nieto lleno de emoción, la alero serbia firmó su último partido en casa como jugadora del Zamarat.

“Estaba nerviosa toda la semana”, reconocía la capitana tras el encuentro, con la voz aún entrecortada por la emoción. “No sabía cómo iba a salir todo, pero no tenía miedo. Sabía que había muchas personas que me quieren, aunque mi familia no pudiera estar aquí. Siempre los siento conmigo”, confesaba ante una grada que minutos antes le había rendido un caluroso homenaje con vídeos, aplausos y lágrimas compartidas.

La victoria sobre la pista fue solo una parte de una tarde inolvidable: “Jugamos como un equipo, como unas guerreras, con sensaciones de que queremos ir a por la Final Four, de que estamos preparadas para Estepona”, valoró Knežević. Pero más allá del resultado, el foco estaba en una figura que ha dejado huella dentro y fuera del parqué.

La serbia quiso despedirse en Zamora, “porque me cogieron como parte de esta ciudad, aunque soy extranjera”, y aseguró que vivir esta última función en el Ángel Nieto “era lo que más deseaba”. “Me han hecho la vida fácil, me han dado cariño, me trataron como una reina y me respetaron. Yo intenté devolver todo eso siendo profesional y un ejemplo para las más jóvenes”, explicó.

Con una larga trayectoria en Europa, Knežević ha defendido el número 10 durante la mayor parte de su carrera. “Es un número especial para mí”, dijo emocionada. “Ojalá todas las chicas que lo lleven puedan despedirse como yo”.

A sus 37 años, la jugadora cierra una etapa y deja un legado. “Espero que las niñas que vienen vean en mí un ejemplo, porque cuando te dedicas a algo hay que darlo todo”, afirmó con la serenidad de quien sabe que lo ha dado todo, y más.