Los vecinos de Sayago denuncian que la sanidad pública “no puede ser un negocio”

ZBS Sayago
Los vecinos también denunciaron la falta de soluciones innovadoras por parte de la Junta de Castilla y León para afrontar los problemas de un territorio “tan extenso como despoblado”

Los vecinos de la comarca de Sayago volvieron a salir a la calle el pasado sábado para reclamar una sanidad pública digna en el medio rural. Se trata ya de la centésima nonagésima primera concentración (191) que celebran de forma continuada, mostrando así la persistencia de un movimiento vecinal que no se resigna a perder servicios básicos.

Durante la protesta, los participantes quisieron también recordar a las víctimas y territorios afectados por los recientes incendios forestales que han golpeado la provincia y otras zonas de la España despoblada. “Todos tienen en común ser provincias despobladas y envejecidas. Buscar remedio a lo que está ocurriendo tiene muchos puntos paralelos a la situación de la sanidad rural: inversión y personal”, señalaron los convocantes.

Los vecinos también denunciaron la falta de soluciones innovadoras por parte de la Junta de Castilla y León para afrontar los problemas de un territorio “tan extenso como despoblado”. A su juicio, es necesaria una implicación real de la población local y abandonar decisiones “tomadas desde los despachos sobre un mapa, como si fueran cosa juzgada”.

Los vecinos recalcaron que los males actuales son fruto de “décadas de abandono y desprestigio de lo rural” y reclamaron una política que incentive y redistribuya recursos desde los territorios más ricos hacia los más pobres y despoblados, que cumplen una función ecológica y medioambiental clave.

En cuanto a sus reivindicaciones sanitarias, el movimiento vecinal volvió a exigir medidas concretas para la zona básica de salud de Sayago:

Recuperar las consultas periódicas en todos los pueblos, independientemente de su tamaño.

Fijar horarios estables y conocidos para cada localidad, evitando la incertidumbre por cambios de última hora.

Eliminar la cita previa, siempre que se respeten los días y horas establecidos.

Además, subrayaron que la sanidad pública es un derecho recogido en la Constitución de 1978, que no puede depender del número de habitantes ni del poder adquisitivo. “No somos ciudadanos de segunda, no somos números”, proclamaron.

Los convocantes defendieron que mantener los servicios públicos es clave para frenar la despoblación, al tiempo que reiteraron su apoyo al personal sanitario, reclamando plantillas suficientes, mejores medios técnicos y condiciones laborales dignas para hacer atractiva la sanidad en el medio rural.

“La sanidad pública no puede ser un negocio”, concluyeron, insistiendo en que se trata de un elemento de cohesión social que garantiza la igualdad y mejora la calidad de vida del conjunto de la sociedad.