Sayago exige consultas médicas regulares, fin de la cita previa y horarios visibles
Una vez más, y ya van 179 sábados consecutivos, los vecinos de la comarca de Sayago han salido a las calles para exigir una Sanidad Pública digna que garantice el derecho a la salud de todos los habitantes de la zona, sin importar su número de cartillas o el tamaño del municipio.
En esta ocasión, la movilización ha querido extender su solidaridad con los vecinos de Sanabria, que luchan por mantener los servicios del tren de alta velocidad, fundamentales para garantizar, entre otras cosas, el acceso a servicios sanitarios por parte de pacientes y profesionales.
“Renfe no puede suprimir frecuencias clave solo por atender a intereses políticos ajenos a la realidad de nuestra provincia”, denuncian los manifestantes, en alusión al alcalde de Vigo, a quien acusan de actuar sin empatía ni solidaridad con Zamora.
Durante la concentración, se han vuelto a reclamar tres medidas fundamentales para la mejora de la atención médica en los pueblos de la zona básica de salud de Sayago:
Recuperación de las consultas médicas periódicas en todos los pueblos, sin importar su población.
Publicación visible y clara de los días y horarios de consulta en las puertas de todos los consultorios, como se hacía antes.
Eliminación de la cita previa, que en muchas ocasiones complica el acceso en lugar de facilitarlo. Recuerdan que el Procurador del Común ha avalado este modelo, como ya se aplica en otras zonas rurales como Tábara.
Los manifestantes insisten en que la sanidad pública no solo es un servicio, sino un pilar fundamental para la cohesión social y la lucha contra la despoblación. Reiteran que la pérdida de servicios básicos empuja a los jóvenes a marcharse, desmantelando el tejido humano, económico y medioambiental de las comarcas rurales.
“No somos ciudadanos de segunda. La Constitución nos reconoce los mismos derechos. Si en la ciudad se puede tener consulta cada semana, aquí también.”
Además, lanzaron un mensaje de apoyo y respeto a los profesionales sanitarios que, muchas veces con recursos limitados, mantienen vivo el sistema: “El personal sanitario merece reconocimiento, no sobrecarga ni abandono.”