Muere el ternero bicéfalo de Piñuel de Sayago tras una corta pero notable vida
En el municipio de Piñuel de Sayago, Zamora, la tarde del pasado martes quedará grabada en la memoria de Miguel Fuentes Garrote, experimentado ganadero de 67 años. En su dilatada trayectoria en el sector, nunca había presenciado un suceso como el que aconteció en su explotación de bovinos en extensivo: el nacimiento de un ternero bicéfalo.
El hecho, calificado como insólito por Fuentes Garrote, sorprendió a todo su equipo cuando observaron al ternero con las patas mirando al cielo, incapaz de incorporarse correctamente. Al acercarse, descubrieron el peculiar detalle: el ternero presentaba dos cabezas, dos bocas y cuatro ojos, pero a pesar de su extraña condición, mostraba "ganas de vivir".
A pesar de los esfuerzos del ganadero por salvar al ternero, las escasas esperanzas de vida para este tipo de ejemplares afectados por mutaciones genéticas jugaron en su contra. Tras tan solo tres días de vida, el ternero ha fallecido, dejando un sabor agridulce en la explotación de Fuentes Garrote.
Este ejemplar, fruto de la mezcla de limusín con blonda, se sumaba a la ganadería de Fuentes Garrote, que cuenta con cerca de 200 cabezas de ganado. Aunque aparentemente la criatura parecía resistente, su corta vida dejó a todos los presentes reflexionando sobre la rareza del suceso.
Veterinarios locales confirmaron que este tipo de casos son poco frecuentes, aunque recuerdan un acontecimiento similar hace más de dos décadas en un municipio cercano. Estos nacimientos, según expertos, rara vez llegan a término y suelen tener un desenlace fatal, siendo más comunes entre el censo ovino.