Manganeses de la Lampreana rinde homenaje a José y Tere, "almas" del bar JB y del Hotel Rural Altejo

El alcalde de Manganeses se dirige a Tere y José
Tras 36 años al frente de uno de los negocios más emblemáticos de la comarca, vecinos y amigos arropan a sus propietarios en una emotiva despedida por su jubilación

Manganeses de la Lampreana vivió el pasado 27 de diciembre, uno de esos actos que trascienden lo meramente festivo para convertirse en un ejercicio colectivo de gratitud. La localidad se volcó en un sentido homenaje a José y Tere, propietarios del bar JB y del Hotel Rural Altejo, que se despiden de la vida laboral tras 36 años de dedicación ininterrumpida al servicio del pueblo y de toda la comarca de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila.

Durante más de tres décadas, su establecimiento ha sido mucho más que un negocio. Ha sido punto de encuentro, refugio cotidiano y lugar de celebración, escenario del paso de varias generaciones que encontraron siempre el trato cercano de José tras la barra y la cocina cuidada y reconocible de Tere a los fogones. A ello se sumó la gestión del que ha sido, durante años, el principal alojamiento rural de la zona, una referencia para visitantes, turistas y amantes de la naturaleza.

Vecinos en el ágape de despedida a los hosteleros

La respuesta al homenaje fue masiva. Cientos de vecinos, familiares y amigos quisieron acompañar a José y Tere, así como a sus hijos Álex y Asier, en una despedida cargada de afecto, recuerdos compartidos y buenos deseos para una jubilación tranquila, con salud y tiempo para disfrutar de un descanso largamente merecido.

La celebración se prolongó durante horas y estuvo marcada por los gestos de reconocimiento. Los homenajeados recibieron diversos detalles por parte de entidades y asociaciones locales, entre ellas el Ayuntamiento de Manganeses de la Lampreana, la Peña La Viga, la Asociación Cultural Las Flores y el Puesto de la Guardia Civil, en un reflejo del profundo arraigo social que ambos han construido a lo largo de los años.

Cartel de despedida

Con su retirada, no solo se cierra una etapa empresarial relevante para la comarca, sino también una forma de entender la hostelería ligada al compromiso, la cercanía y el trato humano. Un legado que permanece en la memoria colectiva de quienes, durante casi cuatro décadas, cruzaron la puerta del bar JB o del Hotel Altejo y que ayer quisieron devolver, en forma de aplauso y abrazo, todo lo recibido.

Porque hay despedidas que no dejan vacío, sino huella, y la de José y Tere es ya parte de la historia viva de Manganeses de la Lampreana.