Devoción a la Virgen del Carmen en el casco antiguo

Virgen del Carmen

Centenares de devotos acompañan a la Señora del Carmelo bajo un intenso calor.

La cofradía del Carmen de San Isidoro ha celebrado hoy su día grande con la tradicional procesión por las calles del casco antiguo de Zamora. Ventanas y balcones engalanados con banderas y reposteros esperaban a la Virgen del Carmen, patrona de esta parte de la ciudad, que salía del templo de San Isidoro pasadas las ocho de la tarde.

Acompañada por centenares de devotos y fieles que lucían el escapulario en el pecho, la Virgen del Carmen ha recorrido las calles del casco antiguo a hombros de sus cargadores en una jornada marcada por el intenso calor y la honda devoción que los zamoranos sienten por esta advocación, que cuenta con dos cofradías erigidas en la ciudad.

Abría el cortejo la Banda del Santísimo Cristo del Perdón, anunciando con su sonido deslumbrante el paso de la Virgen en un día de especial recuerdo para quien fuera párroco de San Ildefonso, el fallecido Benito Peláez, quien tanto quiso en vida a la Señora del Carmelo, la Virgen del casco antiguo.

Precisamente ante el pórtico de la iglesia arciprestal, en el transcurso de la procesión, tuvo lugar el rezo de la Novena, que también se mantuvo en el interior del templo mientras la imagen estaba en la calle. Ya desde primeras horas de la mañana la pequeña iglesia se ha convertido en punto de encuentro para los zamoranos, que acudían a rezar ante la imagen, instalada en su mesa procesional sobre un lecho de rosas, así como para besar el escapulario que pende de sus manos.

Acompañaba el paso de la Virgen la Banda de Música Maestro Nacor Blanco, dirigida por Álvaro Lozano, que ha interpretado diversas marchas de gloria para marcar el paso de los cargadores, que en la jornada de hoy han realizado un sobreesfuerzo a causa de las altas temperaturas en el día más caluroso del año.

Tras la imagen desfilaban asimismo presidentes del resto de cofradías de Pasión y Gloria de la ciudad que quisieron rendir honores a la Señora del Carmen, una talla barroca de preciosa factura que recibe culto en el templo de San Isidoro.

Como es habitual, precedían a la imagen los mayordomos del año en curso que, una vez finalizada la procesión, ofrecieron a los presentes el tradicional refresco, cerrando así una jornada especialmente emotiva para los vecinos de la zona histórica, que tradicionalmente tienen por Patrona a la Virgen del Carmen.

La cofradía finaliza mañana los cultos con una misa en recuerdo de los hermanos difuntos y el Besapie a la Virgen.