Clara Blu, la marca zamorana que cose a mano el legado de familias de todo el mundo

Clara Bu

 A nivel nacional, sus principales clientes son de Madrid, Valencia y Andalucía

En 2016, Clara Martínez, fundadora de Clara Blu, se lanzó a emprender. Empezó a coser prendas de bebé en el garaje de su casa de Zaragoza. A finales de 2023 se mudó a su pueblo natal, Alcañices, y allí recibe desde entonces pedidos para la confección de faldones de bautizo artesanales tanto desde España como desde el extranjero.

El 40% de los encargos le llegan al extranjero, destacando lugares de Emiratos Árabes (Dubai, Qatar…), aunque también tiene muchos de otros países como México. “Son clientes que aprecian mucho todo lo artesanal, lo que está hecho con mucho mimo y tiene calidad”, comenta Clara Martínez, que de España recibe pedidos principalmente desde  Madrid, Valencia y Andalucía.

Cuando en Zaragoza pasó del garaje de su casa a un local en Utebo, recibía a clientes a modo de atelier de costura. Le llegaban familias de otras provincias. Pero desde que se instaló por cuestiones familares en Alcañices toda su venta es on line.

Llama la atención que su negocio sea on line cuando confecciona a medida cada una de las prendas. “Pero eso no es un problema. Con cada encargo, explico a mis clientes cómo deben tomar las medidas al bebé para el que voy a coser y nunca ha pasado que la prenda no le valiera el día de su bautizo”, explica.

Y es que, de un tiempo a esta parte está centrada sobre todo en los faldones de bautizo. “Es la prenda que más me gusta confeccionar y es en la que me estoy especializando. Veo además cómo está habiendo un resurgir de esta prenda y lo que quiero es crear piezas que se conviertan en un legado familiar que pase de generación en generación”, confiesa la creadora de Clara Blu.

Sus clientes también le han llevado a especializarse en esta prenda, o más bien en todo el ajuar para el día del bautizo, porque también confecciona complementos como la capota, baberos… “Las familias me lo piden. Quieren estar seguras de que todo el conjunto es perfecto y mi intención es facilitarles esa tarea. Además, como me fascina el bordado a mano, hay detalles como el pañuelo de bautizo o los patucos bordados que son mis complementos favoritos”, señala.

De hecho, trabaja mucho que sus diseños y confecciones se distingan de lo industrial y de otras marcas. Se fija mucho en lo que hacen otros para ofrecer algo diferente, muy cuidado y de calidad. “Los diseños los hago siempre yo. Unas veces me inspira un tejido o un encaje… La seda es mi tejido favorito y en el que creo la mayor parte de los faldones… Y quizás las fotos de prendas antiguas es en lo que más me fije. También miro mucho lo que hacen las diseñadoras de novia, porque usan técnicas que suelen ser muy inspiradoras. Y, sobre todo, intento mantenerme un poco al margen de tendencias o colecciones de otras marcas, porque no quiero inspirarme en nada que esté ahora a la venta; lo que quiero es una prenda que perdure en el tiempo”, insiste esta mujer que, más que sentirse empresaria confiesa que se ve como una costurera artesanal.

“A mí lo que me gusta realmente es coser, no ser empresaria. Y quería coser de forma artesanal, hacerlo yo; no crear una empresa de moda infantil con diseños cosidos en fábricas industriales”, insiste.

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Por eso en 2022 pidió ayuda con la contabilidad a su hijo Pablo, que entonces era estudiante de ingeniería. “Poco a poco el mundo de la empresa le fue gustando, buscábamos juntos ideas para mejorar y crecer, aprendió todos los nombres de los tipos de encajes y telas; reestructuramos la web quitando productos que no eran rentables, actualizando precios… Tareas que yo no había tenido tiempo de hacer pero que son vitales para conocer la situación real de la empresa y mejorarla”, cuenta.

A partir de entonces empezaron a crecer más rápido, y poco antes de saber que se iban a mudar a Zamora, él sé planteó aprender a coser para poder ayudar a su madre a sacar pedidos. “Nos estaba costando mucho encontrar costureras para capacitadas para este trabajo”, confiesa.

CLARA BLU es un taller de costura artesanal especializado en faldones de bautizo dirigido a las mamás de hoy día que sirve para que puedan crear una tradición familiar gracias a una prenda de alta costura excepcional. 

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