El repertorio de la noche incluyó versiones corales de grandes éxitos de bandas como U2 y Coldplay, así como de otros grupos icónicos tanto del pasado como del presente. Con cada canción, las voces del coro, acompañadas por un piano electrónico, dos guitarras y una batería, lograron envolver a la audiencia en un ambiente lleno de emociones y recuerdos. La directora Jenny Deacon, con su energía contagiosa, dirigió a los coristas con una pasión que se reflejaba en cada movimiento, manteniendo al público en la palma de su mano durante las tres horas de espectáculo.