viernes. 29.03.2024

¡Si podemos!

Braulio Llamero

Quizá lo recuerden. Hace ya unos cuantos años empezaron a acuñar un concepto chocante: el pensamiento único. Decían que caído el "telón de acero", derrumbado el imperio soviético, desacreditadas las alternativas al capitalismo puro y duro, nada sustancial quedaba por debatir.

Alguien llegó a escribir incluso un libro titulado "El fin de la Historia". Otros teorizaron con insistencia y muchos medios sobre la "ideología" del pensamiento único: solo hay una senda política y económica, todo lo demás son extravíos que no llevan a ninguna parte, lo más que puede hacerse es alguna corrección mínima a la economía de mercado y solo para que funcione mejor. A partir de la aceptación de estas premisas tramposas, vinieron el descaro y la codicia:
-El dinero de todos hay que darlo a quienes saben crear riqueza y no a los pobres, tan improductivos.
-Lo bueno es el autoempleo, que cada cual se busque la vida.
-Hay que flexibilizar el mercado de trabajo, pues nadie contrata si no puede despedir sin trabas.
-Los salarios han de bajar, para ser más productivos y que trabaje más gente.
Etc., etc.
Si contradecías cualquiera de esas memeces, cien mil veces repetidas desde los más caros y prestigiosos púlpitos, eras un iluso, un radical, un inadaptado. Cualquier propuesta que abandonara el rumbo señalado por el "pensamiento único" era tildada de inviable.
-Eso no se puede hacer.
Todo lo cual nos ha llevado adonde estamos: a la pobreza extrema de buena parte de la población, a la precariedad general de los asalariados, a cotas de paro nunca vistas; a recortes salvajes de la sanidad, la educación y los servicios sociales; al cierre de buen parte de las pequeñas empresas y comercios de proximidad... Pero siguen insistiendo, inasequibles al fracaso, en su receta: es el único camino, no hay alternativa.
Mienten. Y se equivocan. Ambas cosas a la vez. Frente a la codicia insaciable de los poderosos, los de abajo solo tenemos un arma esencial: la política, la democracia. Con la política estamos en condiciones de hacerles frente y demostrar el gran engaño y su colosal estafa. Esa es la apuesta de PODEMOS, incluso desde el nombre. Si los de abajo nos unimos, podemos hacer lo que queramos. Porque siempre hemos sido más que ellos. Y porque no tienen razón.
A lo largo de la historia el pueblo siempre ha podido con quienes trataron de aplastarlo. La única diferencia, esta vez, es que queremos hacerlo de modo democrático, derrotando en las urnas a los siervos de los desalmados. Y verán, veréis todos, como sí podemos. ¡Cómo no vamos a poder!

Braulio Llamero, escritor y periodista, es candidato a la Secretaría General de Podemos en Zamora.

¡Si podemos!
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