El Zamora CF no para de dar alegrías a la parroquia rojiblanca. Un año de vuelta a Segunda B, marcado por la pandemia, no lo hacía menos especial. Una temporada muy luchadora, móndelos rojiblancos han superado todas las expectativas.
Los púpilos de David Movilla llegaban al Reino de León con posibilidades claras de volver, una década después, a la lucha por los puestos de ascenso a Segunda División. Un nuevo hito que colecciona el club zamorano, que hace tan solo tres años, tenía muchas posibilidades de la disolución.
El partido comenzaba con ritmo para los zamoranos, con ocasiones claras, en las que despejaba el conjunto leones. Una primera parte que estuvo marcada por la gran insistencia del Zamora, que se contrarrestó con la eficacia de la Cultural, que en los minutos finales de la primera parte, se adelantaría en el marcador.
Tras los quince minutos de descanso, los de Movilla salieron un poco despistados, fruto de ello, llegaría el segundo de la Cultural, que complicaba todo mucho.
Aún así, el conjunto visitante volvió a coger fuerza, y a base de jugadas con precisión milimétrica llegaría el gol de Coscia, que acercaba las ilusiones de la nueva hazaña a dos goles.
Minutos más tarde, en el 60, Escudero empataba el encuentro y toda la afición, los trescientos aficionados desplazados a León, animaban como nunca.
El Zamora se lo creía, y las jugadas seguían apareciendo y parecía que se escapaba el playoffs.
Pero toda historia feliz tenía que tener a un héroe, Iñigo Piña, que con su acierto, vestía al Zamora CF de equipo leyenda.
Un Zamora en definitiva, que ha luchado y ha competido como nadie, y que gracias a Dios, tendrá la oportunidad de volver a hacer historia.
¡Gracias Fútbol, gracias Zamora!
