Los indicadores continúan tensionados y en fase de ascenso, algo que preocupa a la Junta de Castilla y León y que le ha llevado a valorar el posible retroceso de Zamora a nivel 2 de alerta ó bien la imposición de nuevas restricciones, una decisión que, en todo caso, o desvelará antes de jueves cuando se celebrará la reunión del Consejo de Gobierno.
Los datos sobre la mesa revelan que la provincia es la segunda con mayor incidencia de toda la región, sólo por detrás de Burgos. Su IA alcanza los 912 casos -230 más en las últimas 24 horas- a 14 días mientras que a siete días se sitúa en los 502 casos, ambos en nivel de riesgo muy alto. El número básico reproductivo continúa a la baja, un buen síntoma, y se sitúa en el 1,05%, esto es que cada persona infectada contagia de media a otra más.
Tampoco mejora la incidencia entre los mayores de 65 años, que comienzan a notar los efectos de la quinta ola que comenzó entre la población más joven pero que ya afecta a prácticamente todas las franjas de edad, tal y como precisaba la consejera de Sanidad, Verónica Casado. En este caso la incidencia se sitúa en nivel de riesgo medio y alto con 92 y 71 casos, respectivamente.
Como consecuencia del mayor número de contagios la tasa de positividad de las pruebas diagnósticas se establece en casi 14 de cada 100, en todo caso por debajo de la media de Castilla y León. El mejor indicador es el relativo a la trazabilidad de los casos con el 69,22%, en nivel de riesgo bajo.
Si miramos la situación en los hospitales, continúa al alza el número de ingresos en planta -hoy con 22 pacientes ingresados- y que sitúa la ocupación Covid al 6,1%, ya en nivel de riesgo medio, mientras la UCI mantiene un único caso de consideración que se deriva en una tensión del 5,2%.
